Investigación

La UZ trabaja en un proyecto para conocer las propiedades biomecánicas de la córnea

Se trata de un nuevo topógrafo 3D, que permitiría determinar las propiedades mecánicas del tejido, favoreciendo una cirugía del ojo más precisa y con mejores resultados.

Una imagen de la córnea.
La UZ trabaja en un proyecto para conocer las propiedades biomecánicas de la córnea

Un grupo de investigadores del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza participa en un proyecto para crear un topógrafo que con mayor precisión permitirá conocer la biomecánica de la córnea y así seleccionar mejor el tratamiento necesario para cada paciente y llevar a cabo cirugías del ojo con mejores resultados.


El proyecto, del que forman parte centros de investigación de Valencia (AIDO) y Reino Unido (ISRI), comenzó el pasado mes de septiembre y cuenta con la participación de cuatro empresas europeas, Optalmar de Alicante, Biotronics 3D de Reino Unido, Optoelectrónica 2001 de Rumania, CSO de Italia.


Su objetivo es desarrollar un topógrafo que junto a las magnitudes habituales que utilizan los oftalmólogos les pueda proporcionar las características desde el punto de vista mecánico, es decir, la curva tensión-deformación del tejido corneal para cada paciente. Esta caracterización, paciente específico, será posible gracias a la combinación de la imagen plenóptica y de modelos numéricos personalizados del globo ocular.


En la actualidad, esta caracterización de los tejidos se suele realizar mediante ensayos in-vitro en laboratorio.


La investigadora principal del proyecto y miembro del grupo de investigación de Mecánica Aplicada y Bioingeniería del I3A, Begoña Calvo, ha explicado que hoy en día son numerosos los equipos de diagnóstico en la consulta de un oftalmólogo, que permiten determinar la geometría anterior y posterior de la córnea, así como su espesor y, a partir de estos parámetros, detectar diferentes patologías.


Sin embargo, los equipos capaces de predecir las propiedades resistentes del tejido corneal "son tan solo dos y los resultados mostrados no son fácilmente interpretables por el colectivo médico", ha añadido.


Hoy en día es posible utilizar la cirugía refractiva para cambiar la curvatura de la superficie de la córnea y modificar su potencia óptica, sin embargo, a pesar de los avances, "se mantiene el mismo problema, la imprevisibilidad de los resultados después de la intervención", subraya la investigadora, quien recuerda que, en muchos casos, es necesaria una cirugía adicional para mejorar el resultado.


En beneficio de los pacientes

Aproximadamente 700.000 procedimientos LASIK, para la corrección de miopía o hipermetropía, se realizan anualmente en Estados Unidos, es una de las cirugías más comunes en ese país, pero esa cifra, 70.000 no alcanzaron una agudeza visual superior a 20/406.


Un estudio publicado en la revista médica 'Ophthalmology' en 2003 recogía que alrededor del 1% de los casos de cirugía láser desarrolla complicaciones después de la cirugía. El estudio también muestra que casi el 18% de los pacientes tratados y 12% de los ojos tratados requieren retratamiento.


El trabajo que lleva a cabo ahora este grupo de investigadores para desarrollar un topógrafo 3D permitirá una mejor comprensión de la biomecánica de la córnea y ofrecerá a los oftalmólogos mucha más información acerca de la estabilidad del tejido y proporcionará una mejor comprensión sobre patologías corneales como el queratótomo –córnea en forma de cono–.


Todo ello redundaría en beneficio de los pacientes, ya que aumentaría el éxito de la cirugía, además de la identificación preoperatoria de los ojos en riesgo de desarrollar ectasia (debilitamiento de la córnea) después de la cirugía refractiva y ayudaría, también, en la evaluación de la presión intraocular, clave en el diagnóstico del glaucoma.


El proyecto está financiado por el 7º Programa Marco de la Unión Europea gestionado por la agencia Ejecutiva de Investigación REA.


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