Pequeños al volante, grandes en seguridad

Vais conduciendo durante cuatro horas por el desierto, y de repente aparece un stop. ¿Hay que parar?", pregunta el agente a su auditorio. Un coro contradictorio de síes y noes con acento infantil le responde. El policía les explica con paciencia que "siempre" hay que detenerse ante esta señal y los alumnos de quinto de primaria del colegio Gloria Arenillas no dudan en tomar buena nota: al fin y al cabo, en apenas unos minutos tendrán que poner en práctica lo aprendido en el parque infantil de tráfico de la Policía Local, que ayer celebró 25 años ayudando a educar en materia de seguridad vial.

Tras la breve clase teórica, los niños se reparten las bicicletas y los karts –los menos emocionados resultan ser los que les toca ejercer de peatones– y comienzan a circular por el circuito, en el que pasos de cebra y señales ayudan a simular el escenario de movilidad al que se enfrentan cada día los zaragozanos. "Lo más complicado son los semáforos, todos están en rojo, y si no los respetas atropellas a los demás", reflexiona Nerea, de 10 años. "Está muy chulo, cuesta un poco atender a todas las señales pero te vas acostumbrando", añade Bimbín, también de 10 y que conduce otro de los cochecillos.

Como ellos, más de 175.000 niños de 125 colegios han pasado por el parque infantil zaragozano desde su inauguración en febrero de 1991. De hecho, en el acto conmemorativo que tuvo lugar ayer por el aniversario estuvieron algunos de los estudiantes del colegio Gloria Arenillas que pasaron por primera vez hace 25 años. "Me hizo mucha ilusión", rememora Cleofé Gracia, una de esas pioneras. Mari Ángeles Abad, profesora de este centro educativo, apunta cómo "la concienciación es mayor a todos los niveles" desde que comenzaron a traer a los jóvenes al circuito.

En la ceremonia estuvieron representantes de todos los colegios que han visitado el parque infantil. El alcalde Pedro Santisteve y la concejal delegada de Policía Local, Elena Giner, que también acudieron al acto, destacaron el "buen trabajo" que se consigue con esta escuela de educación vial y la importante "preocupación por formar a los nuevos conductores". Juan Manuel Maroto, intendente principal de la Policía Local y jefe del área de Tráfico, mostró su orgullo por esta actividad "primordial y básica para enseñar hábitos de respeto a las normas a los chavales".