Adjunto a la Dirección de HERALDO DE ARAGÓN

Diplomacia de la cañonera

Corea amenaza con una "guerra total" con armas nucleares contra EE. UU.
Diplomacia de la cañonera
Efe, Reuters

El Imperio británico practicó con frecuencia un ardid al que se designó como ‘diplomacia de la cañonera’. 

Cuando un enviado del Rey o la Reina parlamentaba con la autoridad local en cualquier enclave ribereño de los cinco océanos, en ese preciso momento un navío de guerra (cañonera o lo que fuere) se paseaba por delante del puerto ondeando una gran ‘Union Jack’.

Similar alarde de poderío destructor es el que ensaya estos días Putin al exhibir sus cohetes nucleares en unas maniobras. El señor del Kremlin enseña sus dientes. Aviso para navegantes.

El mensaje que lanzó Moscú a todos sus vecinos cuando invadió Ucrania es tan arcaico como letal: ármate hasta los dientes si no quieres que te pase lo mismo que a Zelenski y sus compatriotas. Es la misma lección que enseñó la Guerra Fría. Todo el que pudo (España lo intentó) desarrolló su programa nuclear. Hoy son nueve las potencias atómicas: los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU junto a Pakistán, India, Israel y Corea del Norte. Todos están modernizando sus arsenales e Irán está cerca de poder contar con el suyo.

Rusia incumple las normas más básicas del Derecho internacional e invade Ucrania porque Kiev no posee armas atómicas. Si Zelenski hubiese dispuesto de varios misiles nucleares, la guerra habría tenido demasiados riesgos para Moscú. Por eso los dictadores norcoreanos han fabricado armas de destrucción masiva y hacen ostentación de ello.

La disuasión por el terror nuclear ha vuelto. Por desgracia, la consecuencia ya es otra funesta carrera de armamentos. Son los nuevos frutos de la vieja diplomacia de la cañonera.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por José Javier Rueda en HERALDO)

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