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Cartas al director de HERALDO: No se valoran en España el mérito y la capacidad

No se valoran en España el mérito y la capacidad
No se valoran en España el mérito y la capacidad
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No se valoran en España el mérito y la capacidad

Estamos viviendo una época en la que, contando con el mayor porcentaje de titulados universitarios de la historia, vemos cómo no son el mérito y la capacidad las cualidades más valoradas. Nos encontramos con camareros que tienen dos carreras y hablan varios idiomas y con políticos que no han superado el bachillerato. 

En muchos ámbitos profesionales, administración, medicina, justicia, prensa y, principalmente, en los partidos políticos, se tiran los trastos a la cabeza acusándose unos a otros de enchufismo. El hecho de colocar a afines en los cargos es tan antiguo como el mundo, aunque no sea ético. De los pocos ámbitos que conozco en los que esto ya no ocurre es en el acceso a las academias generales de las Fuerzas Armadas, porque se ingresa en ellas por nota de corte. Antes había sagas familiares en los tres ejércitos. Algunos apellidos ilustres dentro de la milicia, todos superaban las pruebas, en teoría complicadas, porque es difícil que a cinco hermanos se les den bien las ciencias y tengan unas condiciones físicas óptimas, era demasiada homogeneidad. Esto ya no ocurre. Sin embargo seguimos viendo infinidad de profesiones en las que las sagas sí perduran, el abuelo colocó al padre, el padre al hijo y así sucesivamente. Usan su influencia para colocar a hijos o amigos, sin que se valoren el mérito y la capacidad del personal mejor cualificado, sino su vínculo afectivo o interés particular. No es de extrañar el éxodo de jóvenes al extranjero.

Agustín Aznar Sánchez. ZARAGOZA

Zaragoza, destructora de monumentos

Leo las atinadas líneas, cargadas de razones, del artículo de D. Miguel Caballú Albiac sobre la demolición de la incomparable Torre Nueva. Sería un acto de justicia reconstruirla. Siendo muy niño, en una famosa librería del paseo de la Independencia de Zaragoza, vendían un hermoso libro sobre monumentos desaparecidos en España: en la portada figuraba la Torre. A lo largo de mi estancia en esta ciudad, he asistido estupefacto a la destrucción del Arco del Arzobispo de la plaza de la Seo, del abandono de la antigua Universidad de Zaragoza, en la plaza de La Magdalena, que acabó en los suelos, siendo un edificio de primer orden con gran contenido artístico, la demolición de la iglesia de San Juan y San Pedro, mudéjar, para levantar un horrible bloque de viviendas, del abandono de la iglesia de la Mantería, de la destrucción del Teatro Fleta... Ninguna ciudad de España trata así a sus edificios representativos. Me dejo en el tintero otros edificios abandonados, como el palacio Fuenclara... lo derruido en paseos y plazas. Todo es una muestra de nuestra cultura.

Miguel Labay Matías. TERUEL

Cascos azules aragoneses en Líbano: la línea azul

Con la tranquilidad que da la libertad de expresión, ¡ahí va!: 63 kilómetros tiene una línea azul que discurre entre alambradas electrificadas hasta unas simples piedras y que es patrullada por cascos azules. El sector Este de la frontera es especialmente complejo por su proximidad a los Altos del Golán. 670 hombres y mujeres han cambiado sus habituales prendas de cabeza por la tan característica boina azul. Parten a Tierra Santa, a las puertas de una guerra cruenta en Oriente Próximo. Probablemente no liderarán el ‘prime time’ de ninguna cadena televisiva, a pesar de que estos héroes anónimos pasarán seis meses de sus vidas ayudando a mantener la paz en el mundo árabe. Personas que son de otra pasta, dispuestos a estar fuera de sus hogares durante medio año, a los pies de los caballos de un conflicto bélico de dimensiones incalculables y en condiciones austeras de tensión máxima, por vocación de servir a la paz y en cumplimiento de la Resolución 1701 de Naciones Unidas. India, Nepal, Indonesia, Brasil, Serbia, El Salvador, entre otros, superando un total de 3.500 hombre y mujeres, serán liderados por nuestro país, que ejercerá el mando de la misión. Pues que sepan que los españoles que parten hacia el Líbano son mayoría de aragoneses y aragonesas, que sustituirán su piso de San José, Las Fuentes, la Paz, Valdefierro, etc., por un recinto vallado de unos 3 km de diámetro, y a sus familias y amigos, por un pueblo oprimido, mayoritariamente refugiados, que les esperan con los brazos abiertos y para los que estos militares sí son ‘prime time’ en sus vidas. Lo realmente paradójico es que nuestros militares no son considerados profesión de riesgo y que la tropa no supera el salario mínimo. ¿A ustedes les parece que jugarse la vida por una causa como la paz en el mundo, mientras que nosotros estamos disfrutando este verano de la playa, de los chiringuitos, de las fiestas de los pueblos y en definitiva de la libertad y la paz, no merece el reconocimiento de nuestros políticos con menos palabricas y más hechos? Por tanto, si este escrito sirve para que la sociedad sí reconozca la impagable labor de nuestros militares y no se les encasille en estereotipos del pasado, me daré por satisfecha. Y sí, por qué no: ¡Vivan las Fuerzas Armadas!

Victoria Bellido Mallén. ZARAGOZA

Tras un ictus severo, gastar dinero

Prepárense ustedes a gastar el dinero ahora! Nos reunieron en el Clínico a los acompañantes de personas que acababan de sufrir un ictus cerebral severo. Mi agradecimiento; se trataba de darnos pautas ante una situación que te da la voltereta a la vida, porque ya nada volverá a ser igual. Pues en medio de esa crisis, aparte de cosas básicas que necesitábamos saber de inmediato, nos dejaron claro que tendríamos que invertir ‘perras’, cada cual según pudiera, y hacerlo de inmediato. Fui a ver a un amigo médico que había vivido ya la misma situación en su propia casa; con confianza me dijo: Juan Ramón, no esperes a la rehabilitación que os ponga la Seguridad Social, hay asociaciones en el mismo Zaragoza que van a empezar inmediatamente el proceso y, créeme, resultará clave para ella. Así fue, ¡acierto pleno! Por eso, cuando una vecina me comentaba que, para su marido, ha tenido que esperar veinte meses a empezar una rehabilitación concreta (y que nadie le dio a ella esta información), se me revuelven las tripas, y lo traslado al HERALDO: Tras un ictus severo, por favor, no esperemos al ‘ya nos avisarán de la Seguridad Social’, es el momento de resolver, y las ayudas (cuando lleguen), pues estupendo.

Juan Ramón Navarro Brun. ANSÓ (HUESCA)

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas. cartas@heraldo.es

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