Por
  • Enrique Bernad Royo

Liderazgo y construcción europea

Elecciones europeas
Liderazgo y construcción europea
Canva

Fue Jean Monnet quien dijo aquello de que "Europa se forjará en crisis, Europa será la suma de las soluciones adoptadas para esas crisis". Si repasamos la historia de la Unión, podríamos añadir que esas soluciones están muy vinculadas al liderazgo. 

Me atrevería a decir que en las épocas de bonanza suelen prevalecer las decisiones nacionales sobre las colectivas, y es en las dificultades donde los europeos buscan estas últimas, que normalmente son fruto de la capacidad de liderazgo del momento.

Desde 1945, han destacado tres tipos de liderazgo en Europa. El primero ha sido el ejercido por Estados Unidos. Conviene recordar que, para salir de la destrucción provocada por la Segunda Guerra Mundial, fue la decisión americana de aportar ingentes cantidades de dólares, el Plan Marshall, lo que hizo posible la reconstrucción de Europa. Pero suele pasar desapercibido algo de ese episodio que vincula muy fuertemente el liderazgo americano con la construcción europea, me refiero a la creación, impuesta por EE. UU. en 1948, de la OECE para gestionar aquellos fondos. Fue la primera experiencia en la construcción de Europa. Otro momento en el que fue muy evidente este liderazgo lo encontramos tras la desaparición del Telón de Acero y el empeño americano por primar la incorporación de los países del Este a la UE, frente al deseo de muchos europeos de profundizar en la unión política. La atención que en nuestro continente levantan las elecciones americanas de noviembre, nos demuestran la vigencia de ese liderazgo.

El liderazgo ha sido un factor fundamental para que la Unión Europea haya avanzado en los momentos decisivos. Ante las próximas elecciones al Parlamento Europeo debemos pensar qué líderes necesita la UE para hacer frente a los desafíos de la actualidad

El segundo es el liderazgo de los jefes de Estado y primeros ministros que conforman el Consejo Europeo. Fue muy evidente tras la caída del Muro de Berlín en 1989. Las iniciativas del canciller Kohl y del presidente francés, François Mitterrand se expresaron de forma brillante en la creación del euro. Claro que, y aquí resalto los intereses nacionales de ambos, cuando Kohl se doblegó a la exigencia del presidente francés para adoptarlo, lo hizo para obtener el apoyo europeo a la unidad de las dos Alemanias. Igualmente, los intereses nacionales estuvieron presentes en Mitterrand, que veía en el euro la vía para acabar con la debilidad del franco. En el Consejo, de forma general están más presentes los intereses nacionales.

Vayamos con el tercero, el que suele emanar de la Comisión. El liderazgo de Monet al inicio de los años cincuenta dio como fruto la creación del Mercado Común. Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea desde 1985 a 1995, fue el gran impulsor de la UE actual. Los dos tuvieron la capacidad y la ‘fortuna’ de trabajar en instituciones propiamente europeas, sin tantos condicionantes nacionales como los que encontramos en el Consejo. La pandemia, así como la invasión rusa de Ucrania nos han mostrado también un importante liderazgo en la actual presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que ha impulsado, por ejemplo, la adopción de deuda mancomunada.

La crisis provocada por la guerra en Ucrania sigue presente, ojalá sirva para impulsar la unión de los europeos. Las próximas elecciones conformarán la próxima Comisión. Necesitaremos no equivocarnos con el voto, es decir, debemos conformar un parlamento del que surja el liderazgo que la construcción europea precisa.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión