Museos diocesanos

La adquisición del Museo Diocesano, una obra destacada de pintura flamenca del siglo XV titulada "Exaltación de la Virgen".
La adquisición del Museo Diocesano de Teruel, una obra destacada de pintura flamenca del siglo XV titulada "Exaltación de la Virgen".
Antonio Garcia/Bykofoto

El Museo Diocesano de Teruel ha incorporado una obra que procede del clausurado monasterio de las carmelitas descalzas. Una pintura de estilo flamenco atribuida a Michel Sittow, pintor de cámara de los Reyes Católicos. 

El convento de Teruel, fundado en el siglo XVII, cerró en el año 2020, que fue cuando se procedió al estudio de la restauración de esta pintura.

La diócesis ha pedido apoyo a las diferentes Administraciones para ampliar el museo con las donaciones procedentes de cuatro conventos que al cerrar entregaron su patrimonio artístico al obispado. Ha sido históricamente una de las funciones de los museos diocesanos. Se inician en el XIX para conservar obras de arte religioso que corrían peligro tras la Desamortización y por el abandono del mundo rural.

Aragón cuenta con seis museos diocesanos, ubicados en Jaca, Huesca, Barbastro, Teruel, Calatayud y Zaragoza. Merecen ser visitados porque ofrecen una lección de arte, de historia y de fe. Todos tienen elementos destacables, desde el primer arte aragonés -románico- que admiramos en el de Jaca hasta los últimos que se pusieron en marcha, en Barbastro y en Zaragoza.

El de Barbastro es fruto del tesón que hizo posible la devolución del patrimonio aragonés que estaba depositado en Lérida.

El de Zaragoza, sobre los antiguos palacios reales y episcopales, es una síntesis de la historia de la ciudad y del reino, desde los pobladores más antiguos que se asentaron a orillas del Ebro hasta la actualidad, pasando por la Edad Media y el Renacimiento.

Como resumía el director del Museo Diocesano de Zaragoza, Sergio Blanco, no se limitan a conservar si no que "se convierten en un espacio de diálogo entre la fe y la cultura". Constituyen una enseñanza y un modo de percibir la belleza más allá de lo material, al contemplar las grandes obras que la Iglesia ha conservado a lo largo de los siglos.

A pesar de sus presupuestos modestos estos museos desarrollan un buen número de actividades, de exposiciones temporales, de talleres para niños, de visitas guiadas. 

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por Carlos Sauras en HERALDO)

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión