Unir los puntos
APerplejo le asombra que alguien condene los ataques a civiles en Ucrania, pero justifique la masacre de niños en Gaza. El Viernes Negro de la conciencia moral. Ya lo advirtió Neruda: "Y por las calles la sangre de los niños / corría simplemente, como sangre de niños".
Niño era Perplejo cuando su profesor le conminaba a unir los puntos de aquellas misteriosas láminas infantiles. Y eso hace cuando no entiende el mapa de la realidad: unir los puntos. El primero, cinco lustros ha: la Lega Norte de Umberto Bossi apoyaba a la Serbia de Milosevic contra Kosovo y el FPÖ austriaco rendía pleitesía a Sadam Hussein en Bagdad y a un joven Putin en Moscú. El segundo, las elecciones europeas de 2014, los oligarcas de Putin apoyando con 11 millones de euros a la Alianza por Alemania de Alice Weidel y al FN de Le Pen a cambio del apoyo a la invasión de Crimea. El tercero, la camiseta de Salvini con el rostro de Putin. El cuarto, el excanciller alemán Gerhard Schröder, íntimo de Felipe González, cobrando en calidad de lobista de Putin desde 2017. El quinto, el moscovita Banco Internacional de Inversiones sosteniendo con crédito a toda la ultraderecha mundial. El sexto, las amenazas de Israel a las advertencias humanitarias de la ONU y Europa. El séptimo, la alianza islamófoba entre grupos católicos contrarios a Francisco y los ultras. El octavo, la declaración de Rusia sobre el posible uso de armas nucleares en Gaza: "Abre otra posibilidad", dicen. El dibujo va dando bastante miedito.
