Premiar la igualdad y la dignidad

Premiar la igualdad y la dignidad
Premiar la igualdad y la dignidad
Krisis'23

Octubre es el mes en el que se suele conocer a las personas premiadas por reconocidas instituciones. Este año tres mujeres han sido las elegidas. Dos de ellas, en los Nobel y la tercera, en el Premio Sajarov. Claudia Goldin, historiadora de la economía en las universidades estadounidenses de Pensilvania y Harvard ha sido reconocida con el Premio Nobel de Economía. 

Sus investigaciones sobre la evolución de la mujer en el mercado laboral a lo largo de los últimos doscientos años permiten sugerir políticas adecuadas para reducir la brecha de género entre hombres y mujeres en el mercado de trabajo. No solo describe dicha situación, sino que trata de sus causas. Entre otras cuestiones señala que uno de los mayores condicionantes en la carrera profesional de las mujeres se basa en las decisiones que ellas toman en su juventud a la hora de formarse, porque están influidas por los modelos familiares de las generaciones precedentes, también en comparación con sus madres. En nuestro país, si se bucea en las estadísticas, se comprueba que sigue persistiendo una brecha de género. Por ejemplo, una alta proporción de puestos de titulados superiores, pero con salarios inferiores a la media, están mayoritariamente ocupados por mujeres. Las profesiones más feminizadas siguen peor pagadas, incluso cuando se trata de actividades que exigen una alta formación.

Los premios Nobel y el premio Sajarov han reconocido este año a tres mujeres

Una buena amiga me llama y me dice que cómo es posible que tengas tan buena información. Tres días después de mi texto en estas páginas: 'En la calle y sin velo’, el Comité Nobel noruego otorgó el Premio Nobel de la Paz para el año 2023 a la activista iraní por los derechos de las mujeres Narges Mohammadi (Zanjan, 51 años), por su "lucha contra la opresión de las mujeres en Irán" y la promoción de "los derechos humanos y la libertad de todos". Mohammadi cumple una pena de más de diez años de prisión en el penal de Evin, en Teherán. Al anunciar el galardón, el Comité reconoció el movimiento en defensa de las mujeres en Irán para que continúe y no sea derrotado: "Queremos dar el premio para animar a Narges Mohammadi y a los cientos de miles de personas que han estado clamando ‘Mujer, Vida y Libertad’ en Irán". Señaló que mantenía la esperanza en que pudiera estar presente para recibir el premio. No parece que sea posible pues las autoridades iraníes han calificado de "acto político" y de "medida de presión" de Occidente la concesión del galardón a la activista.

Unos días más tarde, el 19 de octubre, el Parlamento Europeo concede el Premio Sajarov a Mahsa Amini y al movimiento ‘Mujer, Vida y Libertad’, con el que se protestó contra las leyes iraníes discriminatorias contra la mujer tras la muerte de Amini.

Claudia Goldin, por su investigación sobre el género y el mercado de trabajo; y Narges Mohammadi y Mahsa Amini, por su lucha por los derechos de la mujer en Irán

"El brutal asesinato de Mahsa Amini se ha convertido en un momento crucial. Ha activado un movimiento liderado por mujeres que está siendo histórico. El mundo ha oído el grito de ‘Mujer, Vida y Libertad’, que se ha convertido en un lema para los que defienden la igualdad, la dignidad y la libertad en Irán", anunció al hemiciclo la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.

Mi inmensa alegría al conocer estos premios, pues afortunadamente su lucha no ha caído en el olvido, se transforma en tristeza. Nos llega la noticia de que Armita Gerevand, de 17 años, ha sufrido una agresión en el metro de la capital iraní. De nuevo y por parte del mismo cuerpo represivo, la llamada ‘policía de la moral’, según denuncian las organizaciones de derechos humanos. El resultado ha sido la muerte cerebral de la joven esta semana. Y otra vez más, la misma excusa que en el caso de Mahsa Amini: no llevar correctamente el velo islámico, obligatorio para todas las mujeres en la calle. Todavía recuerdo cómo fuimos increpadas en nuestra visita a Irán por no llevar correctamente el velo. Más de un año de protestas en las calles; más 550 personas muertas, muchas menores; 19.000 detenidas, de ellas, medio centenar han sido condenadas a la pena capital y siete ejecutadas. Y de nuevo tristeza, pues no ha servido para mover ni un milímetro al régimen de los ayatolás en su política represiva hacia las mujeres. Si añadimos los últimos acontecimientos internacionales, es predecible que la política de mano dura perdure y nosotros las olvidemos. Si hace un mes hacía una llamada a no hacerlo, hoy más que nunca no podemos olvidarlas pues ellas están librando una batalla profundamente desigual por su libertad.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Pilar de la Vega)

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