Humildes pedruscos

Restos romanos en el derribo de la Universidad Laboral
Restos romanos en el derribo de la Universidad Laboral
Guillermo Mestre

Nos dice el Gobierno de Aragón que no hay que preocuparse por los restos arqueológicos que se han quedado varados junto a las obras de demolición de la antigua Universidad Laboral de Zaragoza. Que no tienen demasiado interés y que siempre han estado a la intemperie, así que por lo tanto no hay peligro de que nada valioso se pierda o se deteriore. Eso nos dicen y así será, claro. No obstante, crucemos los dedos. 

Pero de cualquier forma, aunque no se trate de piedras nobles sino de humildes pedruscos, quizás del siglo XIV, no dejan de ser vestigios de nuestra historia y, poco o mucho, algún valor se les dio en su momento cuando se decidió guardarlos, aunque fuera al aire libre, en lugar de convertirlos en grava o lo que fuera. De modo que se merecen algo más de respeto que el tenerlos expuestos a una cierta vergüenza vecinos a un mastodóntico derribo. ¡Tanto empeño que pusimos los aragoneses en recuperar los bienes que nos secuestraron y qué poco que nos luce a veces a la hora de tratar los que tenemos a mano! Pero lo que produce más desazón es pensar que esta situación haya sacado a la luz una posible falta de coordinación entre administraciones. Una licencia urbanística que no llega a tiempo para construir el nuevo depósito para los materiales recogidos en la Universidad Laboral. ¿Piques políticos, usar la institución que uno controla para hacerle la puñeta al adversario? ¿Pero no estamos en que Aragón es la tierra de la negociación y del pacto, del entendimiento y el acuerdo? ¡Pues ya lo estamos viendo, sin dejar la actualidad, en la Romareda! O en la Laboral.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Víctor Orcástegui)

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