Los restos arqueológicos de la Universidad Laboral provienen del Balcón de San Lázaro, según la DGA

Asegura que en su día se los consideró "inalmacenables" y que no corren peligro durante los trabajos actuales de derribo 

Los restos arqueológicos están dispersos en el solar.
Los restos arqueológicos están dispersos en el solar.
Guillermo Mestre

Los restos arqueológicos que permanecen en la Universidad Laboral de Zaragoza mientras se terminan las labores de su derribo provienen en su mayor parte a las excavaciones realizadas hace años en el Balcón de San Lázaro, según la DGA. Fuentes del Departamento de Presidencia, Interior y Cultura del Gobierno de Aragón aseguraban este martes que "son restos que no han llegado a ingresar en el Museo de Zaragoza y que, por tanto, no están del todo datados. Proceden en su mayor parte de una excavación en el Balcón de San Lázaro, y en su día, por sus características, peso y dimensiones, se consideraron inalmacenables".

Montepino, la promotora que trabaja en la Universidad Laboral tras haber llegado a un acuerdo de compraventa con el Gobierno aragonés y el Estado español, propietarios de los terrenos, destacaba ayer, a través de una portavoz que "llevan años a la intemperie", dato que confirmaba la propia DGA al tiempo que revelaba que, antes del derribo, "se han trasladado a una zona de la parcela que no se verá afectada por los trabajos".

"Los restos arqueológicos que sí eran almacenables, unas 5.000 cajas, se han trasladado a la nave en la que se encuentran actualmente –añadían dichas fuentes– y faltan por trasladarse estos, algo que los técnicos no ven urgente. De momento se van a quedar allí porque las obras que se están realizando no les van a afectar. Cuando se haya construido la nave almacén prevista, los técnicos decidirán si se guardan o no en ella".

Las excavaciones en el llamado Balcón de San Lázaro se prolongaron durante varios años (2007-2008) y en su transcurso se encontraron restos de diversa procedencia y cronología, pero principalmente de los conventos de San Lázaro y de Altabás, que empezaron a construirse en el siglo XIV y que fueron prácticamente destruidos por completo durante la Guerra de la Independencia. En 2009 se decidió conservar in situ los restos que se habían conservado del claustro y pozo del convento y hospital de leprosos de San Lázaro, que habían aparecido durante las excavaciones, y se construyó un centro de interpretación para mostrar al público parte de lo que se descubrió allí.

A mediados de marzo pasado el entonces presidente aragonés, Javier Lambán, compareció junto al fundador de Montepino, Juan Vera, para anunciar el acuerdo de compraventa del suelo de la Universidad Laboral por 23,6 millones de euros. Pocos días después la promotora inició el derribo de las instalaciones, tarea que está a punto de concluir. El acuerdo de compraventa, pendiente aún de algunas formalidades, incluía como pago en especie por parte de Montepino la construcción de una nave en el Parque Tecnológico de Reciclado. En principio se pensaba que estuviera lista antes de iniciarse el derribo. Sobre un solar de 30.000 metros cuadrados, se levantará una nave de 6.000 y se dejará acondicionado el resto para posibles ampliaciones en el futuro.

El coste económico de esa nave se cifra en unos cinco millones de euros y el periodo de construcción no superará los cinco meses, aunque, de momento, Montepino no ha recibido la licencia de obras que le permita iniciar los trabajos. Así que, por ahora, los bienes que la DGA guardaba en la Universidad Laboral están en unas naves alquiladas.

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