Adiós a la Universidad Laboral de Zaragoza: el último edificio desaparecerá en tres meses
Comienza la demolición de la antigua residencia de alumnas, el último de los quince edificios del complejo para construir otro logístico de 37 hectáreas.
La antigua Universidad Laboral de Zaragoza ha iniciado su cuenta atrás para pasar definitivamente a la historia. Una máquina de 120 toneladas ha empezado este lunes a derribar la residencia de alumnas, el último edificio que permanece en pie y que en tres meses se habrá convertido en material de relleno para la gigantesca parcela, de 37 hectáreas, reconvertida en un gran centro logístico dentro del polígono industrial de Malpica.
Acciona comenzó la demolición del complejo educativo, que se componía de 15 edificios abandonados desde 1997, el pasado mes de abril y prevé acabar la posterior explanación para el mes de enero. Esto permitirá iniciar los trabajos de urbanización y de construcción de dos de las cinco naves previstas por la promotora de la operación, la aragonesa Montepino, que pactó la adquisición de los suelos con los dos propietarios públicos, la DGA y la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes).
La superficie construida alcanzará los 215.661 metros cuadrados, según la modificación del Plan de Interés de Aragón (PIGA) tramitada el pasado verano. Las naves oscilará entre los 102.190 y los 12.833 metros.
El consejero de Fomento y Vivienda, Octavio López, ha asegurado en la visita de las obras que las previsiones se van a cumplir, por lo que la mayor de las naves previstas, diseñada a la medida de Inditex, podrá estar lista para dentro de un año. Solo la construcción de este almacén, dotado con dos silos para ropa colgada, requerirá un desembolso de 135 millones, aunque la inversión global rondará los 300.
Montepino ha asumido el derribo de la Universidad Laboral, quince edificios y otras once construcciones de menor entidad que suman 300.000 metros cúbicos, cuya factura asciende a casi seis millones de euros. El precio se descontará de la venta de los terrenos, al igual que la construcción que correrá igualmente a su cargo de una nave del Polígono Tecnológico de Reciclado (PTR). Allí se almacenará todo el material de la DGA que hasta ahora se guardaba en la Universidad Laboral,
Octavio López ha calificado la operación de "hito" en la historia de Aragón, ya que la Universidad Laboral formó a miles de personas durante los treinta años que estuvo abierta, de 1967 a 1997, y ahora dará paso a un complejo logístico que generará entre 1.500 y 2.000 empleos directos. "Hoy es un día en el que pasamos página de una historia, que fue de éxito en la década de los 70, 80 y 90, de una urbanización que estaba abandonada durante los últimos 25 años, y que la iniciativa pública, en colaboración con la privada, ha sido capaz de poner a disposición de la apuesta logística", ha subrayado.
El responsable de proyectos de Acciona, Jaime Molina, ha destacado la apuesta de Montepino y su empresa por la valorización y reciclaje de la mayor parte del material de derribo, que se reutilizará como relleno para la explanación de los 372.790 metros cuadrados de la parcela resultante.
De toda esta labor se encarga un equipo superior al medio centenar de trabajadores con el apoyo de maquinaria, más de ocho retroexcavadoras, una de ellas especial, de 120 toneladas. Esta máquina echará abajo en mes y medio la residencia de alumnas, para lo que se ha fichado a una empresa especializada, la vasca Eri Berri. Otro mes y medio se empleará en clasificar todo el material, que también se utilizará en la restauración de "canteras de la zona". Y la primera fase del complejo logístico terminará en enero con el movimiento de tierras.
