Por
  • José Luis Moreu Ballonga

Dos catalanas valientes

Dos catalanas valientes
Dos catalanas valientes
Heraldo

Tomo aquí ideas de Pilar Encuentra, al parecer persona arraigada en Cataluña y colaboradora de HERALDO, y de Teresa Freixes, leridana y muy prestigiosa catedrática de Derecho constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona. De Encuentra uso artículos de 6 de agosto de 2014 y 20 de septiembre de 2023, y de Freixes su estupendo libro ‘155. Los días que estremecieron a Cataluña’, citado por la 2ª edición (2018).

En 2014 Encuentra recordó que la política de inmersión lingüística fue una concesión de Felipe González (prolongada por Aznar, cabe añadir), y opinó que esa concesión, junto a la transferencia de la competencia en educación, que el nacionalismo utilizó para falsificar la historia, se hicieron a cambio de la libertad de los españoles castellanohablantes que viven en Cataluña. El que sus hijos no puedan estudiar en su lengua materna va contra las normas de la Unesco (y contra la interpretación mejor de la Constitución, cabe añadir). En 2023 explica Encuentra que, tras haber visto a los líderes del golpe de Estado encarcelados o prófugos de la Justicia, ha perdido su tranquilidad al ver que las políticas de nuestro Gobierno han "revivido al monstruo"; y mostrando el resultado en las urnas del 23 de julio, en su opinión, lo injusto de nuestro sistema electoral.

Pilar Encuentra y Teresa Freixes han señalado en sus escritos los abusos que
el nacionalismo ha cometido en Cataluña

Nuestra articulista propone, para salir del embrollo actual, "empezar a desenroscar ese gran lío" con algunas medidas concretas. Cito algunas. Una, razonable aunque hoy no reconocida por el Tribunal Constitucional: que para tomar posesión del acta de diputado electo fuera ineludible la promesa o juramento solemne de acatar la Constitución. Otra, difícil, cambiar el sistema electoral en sentido de una mayor proporcionalidad. Otra, que el Estado recupere la competencia de educación. Esta última, sin una previa y muy difícil reforma constitucional, es casi imposible, ya que en nuestra Constitución todas las competencias transferidas ya no tienen marcha atrás. Para poder revertir al Estado la competencia catalana sobre educación sería necesario que el parlamento catalán así lo aprobase con mayoría de dos tercios. Encuentra ve, pesimista, la situación cual partida de ajedrez en la que al Estado solo le queda "un rey demasiado solo".

Una reforma legal electoral que entiendo de constitucionalidad defendible es la que otorgara al partido más votado en la elección para el Congreso una prima añadida de un número determinado de diputados (30, 40, 50, etc.). Con 40, por ejemplo, podría hoy gobernar el PP, aun sin Vox. Este sistema se aplicó en Grecia hasta 2016, cuando se suprimió, y mientras se aplicó la prima era de 50 diputados.

Ahora, los independentistas
parecen estar a punto de alcanzar lo que no consiguieron en 2017

Freixes narró la brutalidad con que se impuso la inmersión lingüística. De repente, por llana imposición legal retroactiva en la escuela pública y por subvención condicionada en la privada concertada, todos los niños de Cataluña pasaron a tener el catalán como única lengua vehicular. Incluso en el ‘cinturón rojo’ de Barcelona, socialistas y comunistas cooperaron a esta idea pujolista de la ‘construcción nacional’, ante la pasividad de los engañados padres. La oposición que sí surgió frente a tal injusticia se concretó en el ‘Manifiesto de los 2.300’, del 25 de enero de 1981, y fue sañudamente perseguida. Los defensores en público del bilingüismo fueron empujados hacia una especie de muerte civil profesional y social. Se logró que casi todos los profesores castellanohablantes abandonaran Cataluña. Muchos recibieron telegramas de este tipo: "No habiendo Ud. superado la prueba de catalán, tiene Ud. cinco días naturales para pedir plaza fuera de Cataluña, dado que, si no, se la pedirán de oficio". En 1985 unos 14.000 profesores se habían ido de Cataluña. Las universidades catalanas guardaron a la Generalidad un servilismo ciego y degradante. Para preparar el 1 de Octubre, la Ley de Transitoriedad (LT) de 7 de septiembre de 2017, pronto anulada por el Tribunal Constitucional, autoamnistiaba (art. 12) a todos los dirigentes que hubieran delinquido o delinquieran en el futuro para el ansiado logro de la independencia. Los independentistas golpistas parece que hoy podrían alcanzar lo que hace seis años era solo un sueño descabellado de fanáticos. ¿Sería eso generosidad? Contra los perjudicados de siempre y hacia quienes para nada la merecen.

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