Mañana se inaugurará la que el Ayuntamiento pretende que sea una nueva tradición: escuchar el ‘S’ha feito de nuey’ en la noche del pregón. 

Con esta excusa, he ido preguntando a algunos músicos y otros artistas cuáles son las canciones que más identifican con las fiestas de Zaragoza y, como supondrán, el ranquin está encabezado por el ‘P’al Pilar sale lo mejor’ (extracto de la zarzuela ‘Gigantes y cabezudos’), la jota ‘La que más altares tiene’, el ‘Somos’ de Labordeta, el ‘Soy de Aragón’ de Kase O. y ‘Marta, Sebas, Guille y los demás’, que es la canción que Amaral consagra a la amistad y que –aunque se cite Santiago de Chile y no Zaragoza– es revitalizante cuando uno ya anda ‘K. O.’ tras la sutil recena en las carpas de Valdespartera.

El bailador de jota Guillermo Val se salió por la tangente en esta singular encuesta y me dijo que las canciones pilaristas por antonomasia son las que tiene grabadas en su cabeza desde la infancia, esto es, las ligeras coplillas con las que la chavalería se arriesga a los trallazos del Morico, el Forano y compañía. Es cierto que sus letras no son edificantes, pero todos sabemos perfectamente quién se cayó un tozolón por melón o a qué poco distinguida señorona urge una depilación facial antes del día 12. Las fiestas del Pilar son en gran parte patrimonio de la infancia. Ojalá el Robaculeros nunca se haga ‘runner’ ni aprenda a correr bien.

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