Verborrea
El domingo por la noche, Rufián se clavó un Rajoy, con una frase endiablada de pesada digestión: "No es relevante lo que tienes (casi un 50% menos de escaños), sino lo que vale lo que tienes (la posibilidad de condicionar la investidura)".
ERC confió su campaña a hacer perder al PSC, bien para que una previsible -pero frustrada- mayoría absoluta de PP y Vox le pusiese en bandeja la campaña de las catalanas del año que viene, bien para vender caro su apoyo a una investidura socialista. Evidentemente, si el precio que pone ERC, y Junts, es inasumible en términos constitucionales, la repetición electoral debería ser obligada.
Pero el domingo, desde el punto de vista constitucional, el protagonismo se lo llevó Feijóo: quien reiteró su voluntad de prohibir las elecciones en verano -medida muy (y mucho) inconstitucional- y se postuló como candidato a la presidencia del Gobierno. Si el popular desea que el Rey le invite a presentar su programa al Congreso, debe evidenciarle a aquél que cuenta con apoyos suficientes. Y teniendo en cuenta, en primer lugar, lo difícil que parece poner de acuerdo para tal fin a Vox, PNV, CC y UPN y, en segundo, la alternativa que existe en la izquierda -que debilita su posición negociadora-, Feijóo tendría que saber qué está dispuesto a ofrecer a los socialistas por su abstención. Lo demás, cantaba Poncho K, a veces con Robe Iniesta, es verborrea para no asumir que, en un sistema parlamentario, es legítimo ganar las elecciones y perder el Gobierno. Y viceversa.
