Prima de riesgo
Hace tiempo que la prima de riesgo no nos preocupa, estancada como está para España alrededor de los cien puntos básicos. Pero hay dos datos que deberían llamar nuestra atención, porque no se pueden interpretar como buenos augurios.
Primero, frente al estancamiento de la española, la de Portugal ha descendido sensiblemente y ya está con claridad muy por debajo de la nuestra, algo insólito en lo que va de siglo. El país vecino está haciendo mejor sus deberes, mientras nuestras autoridades se han acostumbrado a dar patadas hacia adelante para quitarse de en medio los problemas.
El segundo dato es que las agencias de calificación de riesgos ni siquiera se creen que la prima española sea representativa de la situación real, pues la ven demasiado influida por las compras de deuda del Banco Central Europeo. La calificación de la deuda española en todas ellas muestra que la prima sin compras estaría entre los trescientos y los cuatrocientos puntos básicos, entre tres y cuatro veces más. Recuerdo que la prima acaba siendo representativa de los tipos de interés que pagan también familias y empresas, que el Banco ha empezado a reducir su intervención y que es el déficit y el endeudamiento público lo que está detrás de nuestra pobre calificación. Porque el Tesoro español sigue necesitando que le financie ahorro externo, pues el propio es insuficiente. Malas noticias para el próximo Gobierno.
