Por
  • Cartas al director

Cartas al director de HERALDO: La supuesta brecha de género en el MIR

Examen MIR en Aragón
Examen MIR en Aragón
Toni Galán/ A Photo Agency

La supuesta brecha de género en el MIR

El MIR provoca brecha de género. El formato de la prueba penaliza la nota de las mujeres y les hace perder entre 500 y 600 puestos a la hora de elegir la especialidad". Leí con sorpresa este encabezado absurdo y alejado de la realidad. 

Es la cantinela de siempre sin ningún aval científico de alguien que se arroga salvar a un colectivo que ni quiere ni necesita ser salvado. La prueba MIR no tiene brecha de género como podría decirse del fracaso escolar, con un triple porcentaje en varones, o la selectividad misma. Si se selecciona solo a los varones que entran en Medicina en su momento biológico más alterado, los dos últimos cursos, los de Bachiller, ¿qué podría esperarse de ese 20% de los estudiantes de Medicina que una vez terminado su desarrollo psíquico-biológico rinden como deben? La presión por selección de la selectividad es mayor en los varones de los 17-18 años, por lo tanto, en ese 80% de mujeres que estudian Medicina habrá más variabilidad que en ese 20%; no veo ningún artículo que verse sobre eso. El número 1 del MIR este año es mujer, con una nota espectacular, y creo que no ha hecho ninguna reivindicación de este estilo. Si un examen es presión y asumir riesgos, que según Carlos Sunyer deben evitarse o adaptarse para beneficiar a una parte que no ha solicitado adaptación, ¿cuándo ejerzan qué debemos hacer? ¿O el ejercicio de la medicina no conlleva presión, mucha, y riesgos que a veces te encojen el corazón? Dejen de intentar arreglar cosas que no necesitan arreglo ni nadie les ha invitado a resolver esa supuesta ‘minusvalía’, que es lo que parece que quiere reflejar. Trabajo con médicos muy profesionales, entre ellos hay mujeres y varones, pero nadie piensa en el sexo del que ejerce, sino en el trabajo bien hecho para el paciente. Dejen que lo que lleva muchos años funcionando bien siga dando resultados.

Alejandro Serrablo Requejo. ZARAGOZA

La plaga de palomas

En Zaragoza el ‘tema palomas’ se ha ido de las manos y la plaga que sufrimos está siendo más que preocupante. La ciudad está ‘cagada’ por todas partes: monumentos, edificios, fachadas, ventanas, terrazas, calles... En mi casa –en el centro– no hay ventana que no haya que limpiar cada día de excrementos de paloma. El presupuesto de colocación de pinchos en ventanas y limpieza de tejados, terrazas y canales bajantes supone más de 10.000 euros, con la seguridad de que habrá que repetir. He llamado a varias puertas municipales y la respuesta es «que se tendrá en cuenta mi caso en próximas actuaciones», pero no estoy segura de ello y los meses van pasando. He tenido que soportar a los estorninos durante dos meses, ya se han marchado, porque son aves de paso, pero las palomas no. Hago un llamamiento a quien corresponda, sabiendo además que las palomas silvestres, como son la mayoría de las que soportamos, son transmisoras de virus y además sus excrementos son dañinos para muchas cosas. Sé, por otras experiencias, que estas cartas son eficaces y confío que esta vez también sea así.

M.ª Enriqueta Alberola Durán. ZARAGOZA

Los olores del domingo

Para muchos ciudadanos el domingo es un día especial y visten sus mejores ropas. Acuden a determinados acontecimientos, a misas en las catedrales o en las iglesias de los barrios, a rastrillos, exposiciones, mercadillos. O pasean por el centro. Desayunan en cafeterías, toman el aperitivo. La ciudad huele a una mezcla de perfumes. Las mujeres y hombres mayores llevan perfumes antiguos. No identifico otros más modernos. Bajo con mi pareja al centro en autobús, atestado de viajeros. Veo un asiento libre y lo ocupo. En el asiento de al lado un hombre desaliñado, de mediana edad, huele mal. Viste anorak marrón desgastado, vaqueros, botas altas, mochila negra. No deja de moverse. Exhala una esencia de pachulí mezclada con tabaco pasado, me mira y sonríe. El trayecto se me hace agónico, el olor me penetra el cerebro. No puedo moverme porque el autobús va repleto. El hombre llega a su destino y me pide permiso para salir, pues estoy en el asiento de afuera. Sus nalgas casi rozan mis narices. Me pide perdón. No contesto, miro a mi compañero y le hago una señal con la cabeza. Quiero bajar del autobús antes de nuestra parada para despejarme y respirar aire y sol.

Pilar Valero Capilla. ZARAGOZA

Tamames y las autonomías

Para cualquier ciudadano corriente que no viva de la política, sobran las autonomías. Traen causa del mal desarrollo y peor aplicación del Titulo VIII de la Constitución, que trata de la organización territorial del Estado en municipios, provincias y las comunidades autónomas que se constituyan. Seguramente para ofrecer los constituyentes alguna solución virtual o no atreverse entonces a cortar de raíz las esperanzas del separatismo latente. Un Estado centralizado a la francesa, y que funcionaba aceptablemente, ha devenido en diecisiete miniestados rígidamente centralizados, con el aumento sin tino ni tope de infraestructuras burocráticas, la multiplicación de organismos administrativos, el disparo sideral de los costes gubernativos y la caída en picado de la eficacia gubernamental. Mejor dicho y expresado por un hombre de la talla de Ramón Tamames en su libro: ‘España, un proyecto de país’, publicado por Ediciones Turpiol el año 2012. Y que, por cierto, se lo dedica a Mariano Rajoy y a todo su equipo económico, con los mejores augurios para su travesía por los procelosos mares de la economía española durante el cuatrienio 2012-2016. En él pueden leerse palabras como: "Mayor racionalidad del Estado de las autonomías", "el deterioro autonómico", "la hipertrofia de las comunidades autónomas"; "es necesario reformar el Estado de las autonomías… y la Constitución"; "nacionalismos centrífugos que reviven los antiguos reinos de taifas", "funcionarios en exceso", "derroche casi increíble de recursos", "obstrucción a la libre circulación de personas, factores y productos", "Estados en miniatura"… Es por eso por lo que ciudadanos corrientes han ido dando sus votos a partidos como UPyD de Rosa Díez, Ciudadanos después o a Vox últimamente (con independencia de que puedan ser creyentes o no creyentes en lo confesional); como se lo darán a cualquier otro partido que pueda surgir en el futuro siempre que predique suprimir las autonomías. En eso estábamos cuando ahora, en vísperas de la moción de censura, nos sale don Ramón diciendo que España es una ‘nación de naciones’: una supernación. Se nos ha vuelto simpatizante de las autonomías, de la plurinacionalidad (al igual que Casado lo manifestara en la moción de censura anterior y Feijóo en otra ocasión). Entonces, como Groucho Marx: "Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros" ‘Cui prodest?’ En las autonómicas no, pero en las generales se verá.

Gonzalo Gutiérrez García. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

cartas@heraldo.es

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión