Celebrar el Día de Aragón
La celebración del Día de Aragón tiene este año un tono especial que, a pesar de las dificultades, debería mover a los aragoneses a la confianza en sí mismos y en su futuro.
Primero, porque, después de dos años de pandemia, la fiesta de San Jorge y la del Libro vuelven a celebrarse en condiciones de normalidad. Y segundo, porque en 2022 se cumple el cuadragésimo aniversario del Estatuto de autonomía, lo que nos permite valorar lo mucho que Aragón ha avanzado en estos cuatro decenios de autonomía y de trabajo en común.
Fue en 1982 cuando el Estatuto de autonomía de Aragón, que luego ha sido tres veces reformado, recibió la aprobación del Congreso y el Senado y se convirtió en ley. Comenzaba así el proceso de institucionalización de la autonomía, que hoy puede decirse que se culminó con éxito. Y que ha permitido a los aragoneses, en el marco de la España constitucional, recuperar su personalidad política y jurídica, desarrollar su identidad social y cultural y participar, junto a las demás autonomías, en un largo periodo de progreso, convivencia y bienestar, aunque no haya estado exento de contrariedades. Debemos valorar con aprecio lo conseguido y ser conscientes de que gracias a ese camino tenemos ahora en nuestras manos instrumentos para seguir impulsando la mejora y la prosperidad de una sociedad aragonesa que encara los retos del futuro. Atravesamos otra vez un periodo de dificultad, con una guerra próxima que nos espanta y múltiples problemas económicos. Pero podemos celebrar hoy un día de alegría colectiva, en el que coinciden felizmente la festividad de nuestra patrón San Jorge y la dedicada al Libro y la lectura, disfrutando en buena medida de una normalidad social que nos ha sido limitada durante dos años a causa de la covid-19. Hagámoslo con el espíritu de solidaridad y nobleza que reivindicamos como propio y con el ánimo de perseverar en la estimulante tarea de construir el Aragón del siglo XXI.