Cámaras de Comercio
La celebración de los 135 años de historia de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza, el pasado jueves en el Palacio de Congresos de la Expo, fue un acto de exaltación de la actividad empresarial en toda regla que reflejó el buen estado de salud de una institución que ha sabido sobrevivir a momentos complicados y que tiene a las personas y los medios adecuados para ayudar a la sociedad a superar la crisis económica causada por la pandemia del coronavirus.
Siguiendo la estela de Basilio Paraíso, que fue presidente de la institución cameral zaragozana entre 1883 y 1919 y que da nombre hoy a una fundación y unos premios en el ámbito local, Manuel Teruel, su equipo y los representantes de un buen número de compañías aragonesas han trabajado mucho en la última década para consolidar algunas de las acciones que siempre han caracterizado a la Cámara en el impulso del bien común. Más aún, han sumado nuevas iniciativas que la consolidan como el punto de encuentro empresarial por excelencia.
La gala del jueves llegó como un baño de optimismo después de tanto tiempo sin eventos con amplia afluencia de público y en el marco de un proceso de recuperación de la normalidad a la que aún le falta tiempo para ser total, mientras la economía avanza en unos sectores y sufre inesperados contratiempos en otros como consecuencia de los problemas de suministros, la falta de materias primas y la subida del precio de la luz.
El del jueves fue un acto amable que incluyó números musicales de calidad, un lema –‘El faro que te guía’– muy bien traído con la torre emblemática de la Cámara en Isabel la Católica y la entrega de premios suspendida el año pasado y que ha reconocido la trayectoria y buen hacer del empresario Miguel Carreras, el directivo José Longás, el catedrático Vicente Salas y el emprendedor Francisco Nácher (Jamones Bronchales).
Más allá de lo lúdico, del carácter institucional de los galardones y de un discurso del presidente de Aragón, Javier Lambán, coronado con los buenos deseos de impulsar con los empresarios la actividad del aeropuerto de Zaragoza, en el evento se reseñó el antes y después experimentado por todas las Cámaras tras el «mal denominado Decreto Zapatero», como lo definió Manuel Teruel (porque lo votaron todos los partidos), que puso fin al pago de cuotas obligatorias a las instituciones camerales y complicó la continuidad financiera de estas entidades.
El propio presidente de la Cámara de Zaragoza (lo es desde 2002) y el actual presidente de las Cámaras de España, José Luis Bonet, reseñaron en sus discursos lo ocurrido en los años que siguieron al citado decreto con las nuevas legislaciones aprobadas en el Congreso de los Diputados y en las Cortes de Aragón que legitimaban a estas instituciones como corporaciones de derecho público y les obligaban a sacarse las castañas del fuego para seguir en la brecha cuadrando sus cuentas mediante el ofrecimiento de servicios a las empresas.
No fue fácil adaptar a las Cámaras a un nuevo escenario que les obligó a trabajar con una mentalidad más empresarial que nunca y que incluyó expedientes de regulación de empleo (ERE)con sus correspondientes pérdidas de puestos de trabajo, como bien se recuerda en Zaragoza.
Años después de aquello, la Cámara de Zaragoza y su pujante ‘filial’, la Feria de Muestras, muestran un dinamismo del que dio fe el evento del jueves, un mérito que corresponde a Teruel, a José Miguel Sánchez, Nieves Ágreda y el resto del equipo de Cámara, pero también a los representantes de esas empresas que arriman siempre el hombro con su participación, algunos de ellos presentes en el vídeo del aniversario: Chus Verón (Viveros Verón), Fernando Gil (BSH), Óscar Calvo (JVC), Gerogina Alfaro (Alpargatas Alfaro) y Paul Lacruz (Rush).
