Al tajo con 75 años
Con 75 años cumplidos y aunque no le hacía falta complicarse la vida, decidió volver a la primera línea de la investigación. Consideró que era su deber poner sus conocimientos científicos al servicio del bien común ante el mayúsculo reto que iba a afrontar la humanidad. Así que se puso manos a la obra el 13 de enero de 2020, fecha en la que se difundió la secuenciación genética del SARS-CoV-2, un virus que a la mayoría le sonaba entonces a chino, o ni eso. "Vamos a por la vacuna", se propuso, a sabiendas de que el tiempo corría a favor de la expansión del nuevo coronavirus y era preciso cortarle las alas cuanto antes. Un año después ha demostrado que su vacuna es eficaz al 100% en ratones humanizados. Falta esperar a que los costosos ensayos clínicos confirmen también la eficacia en humanos.
Mariano Esteban, ya cumplidos los 76, es el artífice de una de las tres candidatas a vacuna contra la covid-19 impulsada en España desde el CSIC. Sabe que en esta carrera no hay una vacuna ganadora, sino que habrá que ir combinando cada una de las aprobadas según las necesidades para lograr una inmunidad mayor.
El prestigioso y comprometido investigador se pregunta ahora lo mismo que cualquier ciudadano de a pie: cómo es posible que no se agilice la extensión a la población de las vacunas que ya tienen el visto bueno cuando están en juego las vidas y el sustento de millones de personas.
Esteban y otros investigadores han hecho posible en tiempo récord lo que parecía imposible. Y cuando toca actuar con rapidez, quienes deciden siguen discutiendo si el virus es galgo o podenco.
