Diamond Dogs: La edad amansa a las fieras
Pues sí, Zaragoza florece, mas no nos referimos a las aficiones botánicas municipales sino a la febril agenda de música en vivo que seguimos disfrutando (gracias a la iniciativa privada), con las visitas de artistas y bandas internacionales todas las semanas. Los promotores locales están que se salen: solo en estos últimos días Mick Harvey, Kurt Baker, Immaculate Fools, Hanna Aldridge, Laetitia Sadier –este domingo 26- o los escandinavos Diamond Dogs, que actuaron la noche del viernes 24 de mayo en Rock & Blues Café.
La banda sueca capitaneada por Sulo Karlsson anda de gira con motivo de su treinta aniversario e interpretando al completo su álbum más celebrado, ‘Too much is always better than not enough’, publicado en 2002. Más allá de la referencia a Bowie en el nombre del grupo, sus querencias sonoras se inclinan hacia el rock’n’roll británico teñido de rhythm’n’blues de comienzos de los años 70, y por ese lado resultan evidentes los influjos de los Stones, de Faces, de Ian Hunter.
A través de piezas como ‘Bound to ravage’, ‘Sad to say I’m sorry’, ‘Somebody else’s lord’, ‘Desperate poetry’ o ‘Every little crack’, Diamond Dogs ofrecieron un concierto tirando a irregular, con ratos brillantes y otros no tanto. A destacar los dejes stonianos, ese piano con un punto boogie (por momentos nos acordamos del gran Herman Brood) y sabor a honky tonk, un tema con aires a Dylan con The Band; menos afortunados estuvieron en otros devaneos de psicodelia folk y aromas country. Y también es cierto que la voz de Sulo no pareció estar en plena forma.
Algunos aficionados veteranos recordaban su actuación en La Casa del Loco hace unos 20 años, en la que arrasaron, y se mostraban algo decepcionados ante estos Diamond Dogs que ya no muerden con la ferocidad de antaño; diantres, los años no pasan en balde y la edad amansa a las fieras, eso es ley de vida.