La inteligencia artificial (IA) genera cierta desconfianza en algunos sectores de la cultura. ¿Cómo debe afrontarse su implementación?

Como inevitable. Lo que tenemos que hacer es amoldarnos. Igual que a nivel técnico debemos adaptarnos y utilizarlas, entiendo que en el sector cultural va a suceder lo mismo. En el campo en el que trabajamos nosotros seguirá habiendo efectos visuales (VFX) y producciones, pero de otra manera. Es otro cambio, igual que cuando pasamos del blanco y negro al color.

¿Va a permitir desarrollar nuevas dinámicas en su trabajo?

Sí, tenemos que hacer que sea así. A todos nos da miedo que pueda destruir empleo, pero depende de nosotros saber usarla y modificar las profesiones para adecuarnos a ese nuevo escenario. Si nos quedamos parados esperando a ver qué pasa, es probable que nos explote en la cara y nos quedemos fuera de muchas cosas.

Es necesario actualizar perfiles profesionales...

Sí, continuamente. En Entropy Studio tenemos un área dedicada solo a investigar IA para ponerla en común con el resto del equipo e intentar actualizar a todos los demás. Procuramos no descolgarnos. A nivel artístico, nuestros ‘concept artists’ –plasman una idea de forma visual a través de un dibujo o ilustración– trabajan junto con la inteligencia artificial para hacer su trabajo más rápido. Cada día surgen nuevos programas y tecnología para diferentes apartados de un proyecto audiovisual. A nivel de guión también se está empezando a utilizar, y a nivel de producción se emplea para desglosar guiones.

En el campo de los efectos visuales, la animación y la imagen en 3D, y a diferencia de otros ámbitos de la industria como la interpretación, el doblaje o la música, ¿la IA representa más una oportunidad que una amenaza?

Todos tenemos un poco de incertidumbre. En nuestro sector hay un porcentaje de tareas básicas que se derivan a empresas de la India, y es allí donde más miedo tienen porque en principio esas compañías son las primeras que van a verse afectadas. Confío en que cada vez haya encargos más complicados y exigentes y que se sigan demandando nuestros servicios. Pero, por otra parte, es posible que se necesite menos personal para hacerlo, sobre todo en relación a puestos menos especializados.

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Un ejemplo de su utilización por parte de Entropy Studio ha sido el trabajo realizado en la serie ‘La mesías’ de los Javis...

Los Javis querían algo especial para una de las secuencias en la que el personaje de Macarena García estaba drogada: representar de alguna forma ese estado. Se decidió utilizar la IA porque realmente ahí se vio una muy buena oportunidad para hacerlo, primero porque era un proyecto que por su repercusión invitaba a experimentar con ella y, además, en este caso, su uso fue idóneo porque sin este recurso hubiera resultado muy complejo y mucho más costoso. Otro de los retos fue dar con el ‘look’ y con el ritmo acertado. La inteligencia artificial nos daba el plano original y el plano modificado, pero la mezcla de estos dos se hizo a mano porque la IA no ofrecía el resultado deseado. En todo este trabajo fue fundamental la labor de Alejandra Gómez López y Héctor Torres Villamil.

¿En qué otros proyectos trabajan con IA?

Prácticamente, en todos. La usamos principalmente a nivel de concepto. Cada uno nos imaginamos una cosa cuando alguien nos cuenta algo. Cada cual tiene en su cabeza una visión, y la IA tiene la suya. El ‘concept artists’ transmite a la inteligencia artificial lo que un director o un productor le ha sugerido y esta genera un primer esbozo que luego se va perfilando. El trabajo manual de dibujar lo está haciendo la IA mucho más rápido que nosotros. La empleamos todos los días para transmitir ideas que luego se puedan mostrar al director de una forma más rápida. También la aplicamos en limpieza de cromas, como por ejemplo hemos hecho en la película ‘Menudas piezas’, de Nacho G. Velilla.

¿Puede coexistir esta tecnología con la manera tradicional de hacer películas?

De momento, totalmente. Aunque sí que se empieza a ver que se está generando vídeo solo en base a descripción, igual que ya se realiza con imágenes. Eso será un primer paso para que se creen planos desde cero. Si esto se mezcla con una IA que crea guiones, dará origen a una nueva forma de hacer películas íntegramente con IA. Es probable que dentro de dos o tres años, como mucho, un usuario de una plataforma puede crear su propia película sin guionistas, directores, actores, etc... Ahí es donde veremos qué pasa. Existen leyes que empiezan a defender los derechos de guionistas, actores... pero llegan tarde porque las IA llevan tiempo produciendo este tipo de contenidos a partir de imágenes libres de derechos para crear historias, Y este nuevo material generado se emplea a su vez para seguir nutriendo a la IA, Es algo casi imparable.

¿Qué hueco quedará entonces para los artistas y los creadores?

Sigo pensando que de alguna manera se encauzará. Quienes nos dedicamos a esta profesión tenemos la necesidad de crear y de trabajar, de llenarnos la vida. Llevo 25 años en esto y sigo con ilusión todo el tiempo porque me gusta, es muy vocacional. Los profesionales del cine vamos a mantener ese impulso creativo. Intento ser positivo con la IA porque la historia demuestra que no se pueden frenar los avances. Siempre parece que un salto da mucho miedo y que se va a cargar el mundo. Sin embargo, aquí seguimos, de momento. Se trata también de que todo esté bien regulado.

Entropy Studio es una empresa con ADN aragonés que ha demostrado que desde lo local se puede ser global. ¿Ha sido complicado mantenerse y abrirse el camino desde Aragón?

Hemos apostado por diferenciarnos en nuestra política y hacer las cosas fáciles. No somos neurocirujanos, estamos en una posición en la que nos debemos divertir e intentamos transmitir eso tanto fuera como dentro de Entropy, sin dejar de hacer bien nuestro trabajo. Es importante recuperar la cercanía y la sencillez que a veces se pierde en un mundo en el que parece que siempre tenemos que estar todos muy serios y ser distantes. Decidimos darle la vuelta a eso y está funcionando.