toros

Ortega no da la espantada en Zaragoza

El andaluz, tan en el papel cuché tras dejar en el altar a su novia, destiló un toreo al alcance de muy poquitos. Casi lleno y gran ambiente en el coso de la Misericordia.

Juan Ortega, en el inicio de la faena.
Juan Ortega, en el inicio de la faena.
Ruben Losada/FotografiArte

"Jamás he visto torear con ese temple. Es una delicia ver torear a Juan Ortega". Raúl Aranda dixit. Y no se casa con nadie el maestro. Igual que Ortega, que tampoco se casa con nadie: dejó a su novia en el altar... En el mejor cartel en lustros en Zaragoza, esa máquina de cortar orejas llamada Andrés y apellidada Roca Rey desorejó al último de la tarde y salió por la puerta grande. Pero torear, lo que se dice torear, Juan Ortega, en la tarde en la que la capital aragonesa regresó al gran circuito de las plazas de primera.

Casi lleno, barrito fetén en el callejón, gran ambiente en el graderío, diríase que el tema prometía desde antes de arrancar. Son las cosas de Roca Rey, el auténtico rey, King Roca. Además de cortar orejas en cantidades industriales, tiene la virtud de llenar todas las plazas en que comparece. Le estaba esperando en el patio de cuadrillas Pedro Gómez, zaragozano de profesión costalero, también llamado capitalista, aunque él prefiere que le denominen transportador de toreros. Desde hace unos años, Pedro Gómez se gana la vida sacando toreros a hombros. Así se paga una habitación cerca de la plaza de Roma de Zaragoza y se va ganando la vida el hombre. Desde hace un tiempo, Pedro va allá donde torea Roca Rey. Por algo será... El sábado lo sacó a hombros de la Maestranza de Sevilla, y horas después, este domingo, lo volvió a sacar a hombros del coso de la Misericordia de Zaragoza. Si de llenar plazas y cortar orejas se trata, reitero, King Roca es el rey.

Le sigue un buen número de exégetas al peruano. Algunos llegados incluso desde su país, desde Perú. En el tendido del 6 había una buena representación. "Es el mejor, el número uno indiscutible a uno y otro lado del océano", afirmaba Lucho García. Detrás, se veían dos grandes banderas del Perú. Además de la loa al mito, el feligrés de Roca Rey quiso puntualizar. Y lo hizo con acierto. "Roca Rey es el rey. Pero el rey debe torear en todo su reino. Tenía que torear en Zaragoza. Estaba en deuda, y la ha cumplido", reiteró Lucho García.

Roca Rey armó el taco con el segundo de su lote, el que cerraba plaza, un cuatreño colorado de Álvaro Núñez, de nombre Asturiano. Hizo lo de siempre y obtuvo el resultado de casi siempre, Roca Rey. Toreo en una baldosa. Siempre quieto, siempre exponiendo, siempre mandando. Ciertamente, transmite. Por eso llena, por eso corta, por eso manda. El rey por fin reinó en la capital del Reino de Aragón. Ya era hora...

Ortega es otra historia. Estamos ante un torero de época. De época y para rato largo. Tiene una muñeca que ni Epi, el gran Juan Antonio San Epifanio, que este domingo presenció la mejor corrida en tiempos de su ciudad desde el tendido de 1. Ortega torea con la izquierda, al natural. Tan natural, tan claro, como el agua que baja de la montaña. Además, torea despacito, que las prisas son para los ladrones y para los malos toreros. Despacito, despacito, despacito es más difícil, pero es mucho más bonito... Así, con una naturalidad insultante, toreando a cámara lenta como ahora solo es capaz de interpretar Morante y antes Curro Romero, Ortega cortó una oreja a cada toro. Y sin toro. Sí, sin toro. En la plaza no había toro, solo torero, el torero más puro del escalafón.

Por cierto, en Madrid  habría hecho puerta grande Juan Ortega. En Las Ventas, con cortar un par de apéndices basta. En Zaragoza, tienen que ser dos, pero de una misma res. Peor está en percal en Sevilla. Para atravesar la Puerta del Príncipe, hay que cortar tres orejas.

También toreó, o lo que eso fuera, Talavante. Del faenón al jabonero Esparraguero, de lo mejor visto en años en Zaragoza, de la crónica ‘Talavante, rey de reyes’ del maestro Ángel Solis, ya va para 12 años. Ayer no estuvo a la altura, ni por asomo, de Roca Rey. Ni les cuento de Ortega...

Por lo demás, el ambiente fue extraordinario, propio de un cartel de ‘trecientos mil’ (más 80 de vellón del ganado). En el burladero del 1, Fernando de Yarza y Paloma de Yarza, y Fernando de Yarza López-Madrazo y su esposa, Laura González Lacarra. En el burladero del 2, Raúl Aranda y Pepe Luis Vargas. Y, cuando no estaba en la arena Roca Rey, Roberto Domínguez. Muy cerca, Jesús Mena. Y en el burladero del 5, José Luis Bancalero, consejero de Sanidad. También, Florentino Marín, jefe superior de Policía en Aragón; Antonio Tornos, presidente del pequeño comercio (ECOS); y Paco Vallejo, ahora empresario, y antes y ahora torero. Paquito chanela de toros. A él también le mola Ortega...

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión