FOTOGRAFÍA. OCIO Y CULTURA

José Antonio Duce: "La Semana Santa es austeridad, ruido y una explosión de color"

El fotógrafo, cineasta y guionista retrató durante varios años la celebración de Híjar y Calanda, así como Zaragoza, y recibió varios premios en Japón

José Antonio Duce ha recorrido Aragón de punta a punta, y también ha estado en otros países como Estados Unidos, Canadá y Perú.
José Antonio Duce ha recorrido Aragón de punta a punta, y también ha estado en otros países como Estados Unidos, Canadá y Perú.
José Miguel Marco.

¿Desde cuándo le interesa la Semana Santa, como asunto fotográfico?

Me interesó porque a finales de los años 60 la foto que se hacía era de reportaje, un poco recordando los estilos de Joaquín Gil Marraco, que, en aquel tiempo, era mi maestro y el de casi todos los chicos de la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza. No sé por qué motivo, quizá porque empezaron a salir anuncios o lo que fuera, empecé a ir a Híjar y estuve haciendo fotos allí. Fue cuando conocí a Mariano Laborda…

Que ha pasado a la historia como el promotor de la Semana Santa de Híjar, ¿no?

Sí. Más que hacer foto de reportaje, hacía de paisaje de tipo pictórico, que era lo que hacían Gil Marraco y Lorenzo Almarza. Entre las fotos que hice, tomé una y la envié a Japón, entonces las enviábamos a los salones internacionales. Me la premiaron entre más de 40.000 fotos.

¿He oído bien, más de 40.000?

Sí, sí. Sería el año 1969 o 1970 y como consecuencia Alfonso Zapater en HERALDO, por primera vez, me sacó y decía: “Nadie ha llevado el Aragón tan lejos como Duce con la Semana Santa”. Es de las cosas que recuerdo de aquellos años con verdadera emoción.

Tendría usted 36 o 37 años…

Sí. Yo nací en 1933, cumplí hace no mucho 90 años. Fuimos varios compañeros a Híjar, y de allí nos íbamos a Calanda. Y de Calanda regresábamos a Híjar, y nos veníamos a dormir a Zaragoza. Salíamos de Zaragoza a las nueve de la mañana; la procesión de la bajada de imágenes era a las diez, y desde allí nos íbamos aprisa y corriendo a Calanda, a captar el romper de la hora, porque lo hacían a las doce, y luego comíamos en la Venta del Barro, no sé por qué, para volver a la procesión del pregón, que era a las seis de la tarde.

Una estampla de la Semana Santa de Híjar de 1970.
Una estampa de la Semana Santa de Híjar de 1970: 'La sagrada familia'.
José Antonio Duce.

¡Vaya estrés!

Con la resonancia del artículo de HERALDO por el premio en Japón conocí a Laborda. Le supo malo que yo titulase mi foto: ‘La sagrada familia’, aunque luego nos hicimos muy amigos. Salían un hombre, una mujer (que no era una mujer sino un chico joven que parecía una chica) y un niño de ocho o diez años, y la titulé así. Mariano me paró y me dijo: «En Híjar jamás salen las mujeres». Desde entonces ya me dio permiso para hacer todo lo que quisiera.

Mira qué bien. ¿Y qué hizo?

Al año siguiente, y eso sí que fue una casualidad, Mariano Laborda, que era el que mandaba allí, me dejó ponerme en una subidica en una calle por donde pasaba la Procesión del Pregón a las cuatro de la tarde, con el apoyo del guardia municipal para que no pasara nadie. De repente vi que salía un hombre con un gran tambor y al lado venía otro con unas barbas montaraces, y lo fui siguiendo. Y cuando estaba en el punto justo disparé. Era una foto única. La volví a mandar a Japón y la volvieron a premiar.

¿Le pagaban algo?

No. No. Te la publicaban en revistas. La foto ahora está en el museo Pablo Serrano en la muestra de ‘Arte aragonés 1957-1975’, en la sección de fotografía. Me pidieron dos fotos: ésa y otra que fue la primera que se hizo con ojo de pez de la plaza del Pilar. Las dejé y además las doné. No sé por qué pero la Semana Santa siempre se me dio bien. También tengo otra foto que tuvo un premio Néctor, un galardón nacional, en 1972 o 1973.

¿Dónde la hizo?

Estaba yo en Calanda, y dentro de la iglesia había un Cristo dentro de una urna, allí en medio, y tenía una luz muy bonita. Como no llevaba trípode ni nada, me apoyé con la cámara en el cristal de la urna. Y lo que es la suerte a veces y tener la intuición para hacer la jugada: pasó una abuela por detrás mirando hacia allí y disparé. Tengo muchísimas fotos de Híjar y Calanda. Muchísimas.

El fotógrafo crea un juego de ondulaciones.
El fotógrafo crea un juego de ondulaciones.
José Antonio Duce.

¿Qué le dice a usted la Semana Santa?

En mi opinión es una doble explosión de la fe de miles de cofrades, por un lado. Y por otro lado es la explosión del ruido de los tambores y los bombos continuamente. Tenemos el multicolor de las cofradías zaragozanas, por decirlo así, y la austeridad de la Semana Santa de Híjar. Es un claro contraste.

¿Hay alguna diferencia entre Híjar y Calanda para usted?

Sí. Híjar es la austeridad total, la gravedad, la contención. Y Calanda es la explosión del ruido. Como le dije una vez a Mariano Laborda: «Todo esto es como el terremoto de la muerte de Cristo». Se me ocurrió esa imagen. Allí estaríamos dos o tres años: la excursión siempre era la misma. Luego, he ido viendo cómo la Semana Santa del Bajo Aragón, apoyada también en Luis Buñuel, multiplicó su fama. Y eso era siempre los viernes. ¿Conoce usted a José Luis Cintora?

Sí, claro, otro gran fotógrafo.

Mientras yo hacía la foto de ‘La sagrada familia’, Cintora, al que considero un buen amigo y discípulo, hizo una foto de un paso que se reflejaba en un charco, en la misma calle, y esa imagen fue el premio de honor de la Semana Santa de Sevilla. Dicen los amigos que siempre he sido muy generoso enseñando. [Se emociona.] Me ha gustado mucho enseñar.

¿En quién piensa, por ejemplo?

Pues en Pedro Avellaned y Rafael Navarro, por ejemplo. Aprendieron conmigo, yo ya era un poco conocido. Asimilaron muy bien las técnicas, son grandes artistas y no se parecen en nada a mí. Se hicieron independientes. Y creo, con total sinceridad y con orgullo, que han superado al maestro. Algo parecido me pasa con Víctor Bamblona, que tiene más de un millón de fotos publicadas en Google.

Vayamos con Zaragoza…

Tengo fotos de las salidas de la plaza de San Cayetano, del interior de San Pablo, etc. Un año hice fotos para la Semana Santa para HERALDO. Fue una experiencia maravillosa y muy creativa. La Semana Santa, vista con atención, es muy fotogénica.

¿Algo especial, inolvidable, divertido?

Ja ja ja. A un buen amigo vinculado con la Cofradía de la Piedad, que me ha ayudado mucho, le dije que me gustaría que un día sacasen el Cristo con un montón de cofrades pasando debajo del Arco del Deán a las tres de la tarde. Un tres de agosto, de los de Zaragoza, imagínese, se vistieron veinte o treinta cofrades, sacaron el Cristo del Refugio, pasaron por allí, tocando el tambor para tocar la foto, y esa foto también está publicada.

Otro trabajo característico de José Antonio Duce.
Otro trabajo característico de José Antonio Duce.
José Antonio Duce.

No está nada mal.

Años después, a finales de los 70, volví a ganar el premio de Semana Santa de Zaragoza. Me traje al estudio a ocho o diez cofrades de cofradías distintas para que llevaran capirotes de distintos colores. Los puse con un candelabro de siete u ocho velas con el aceite escurriéndose y al que está más cerca le disparo. A esa toma, más tarde, la he pasado unos sistemas para deformarlo. ¿Sabes lo que pasa?

No. Cuéntenos.

A esta edad en la que me duele mucho el brazo izquierdo, que apenas oigo del lado derecho y que me he caído en el baño, hago todo lo posible por divertirme. Es lo que me queda. Y ahí sigo dándole vueltas y vueltas a mi archivo y transformando, por ejemplo, los retratos con mis distorsiones. ¿Qué le parece?

No es una foto de Semana pero sí una visión casi mística del monasterio de Veruela, con homenaje a Bécquer. !986.
No es una foto de Semana pero sí una visión casi mística del monasterio de Veruela, con homenaje a Bécquer. !986.
José Antonio Duce.
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