Más de 30 obras gráficas originales de Dalí, en el Centro de Historias de Zaragoza
Una exposición reúne en la capital aragonesa una colección de grabados del artista en el 120 aniversario de su nacimiento.
El Centro de Historias de Zaragoza acoge desde este jueves la muestra ‘Salvador Dalí. Obra gráfica’, que conmemora el 120 aniversario del nacimiento del artista catalán (Figueras, 1904-1989), y que podrá visitarse hasta el próximo 7 de julio. La exposición, comisariada por Antonella Montinaro, está integrada por más de 30 obras gráficas originales, realizadas en técnicas como la litografía, el aguafuerte o el grabado a punta seca... divididas en series. Forman parte de una colección privada y pertenecen a la década de los setenta y principios de los ochenta. Se ha estructurado en bloques temáticos que abordan de forma gradual y monográfica la trayectoria del artista catalán, uno de los representantes del surrealismo europeo más conocidos gracias a sus ideas estéticas y a su personal universo onírico y simbólico.
“Se trata de una exposición didáctica y monográfica, una producción de la última etapa de vida de Dalí, uno de los principales artistas del siglo XX, considerado uno de los padres del surrealismo europeo, cuya vida tuvo diversas facetas desde la vinculación con el mundo del arte, sus museos, el cine -rodó ‘Un perro andaluz’ y ‘La edad de oro’ junto con el cineasta aragonés Luis Buñuel, trabajó para Alfred Hitchcock diseñando uno de los decorados de la película ‘Recuerda’, con Walt Disney preparó la película inacabada ‘Destino’ y estuvo a punto de participar en el filme ‘Dune’ de David Lynch-...”, explicó ayer Montinaro durante la presentación de la muestra en el Centro de Historias de Zaragoza, en la que también intervino la jefa de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Romana Erice.
“Dalí es una artista que tiene una iconografía muy reconocible, unos elementos muy recurrentes dentro de su obra. Su técnica se caracteriza por un dibujo meticuloso, una minuciosidad casi fotográfica en el tratamiento de los detalles y unos colores muy brillantes y luminosos”, destacó la comisaria.
En ‘Salvador Dalí. Obra gráfica’ los visitantes descubrirán una selección de grabados dedicada a la historia de Don Quijote, personaje que tuvo una gran fascinación para el pintor durante su trayectoria artística. La exposición muestra una selección de diez grabados realizados en el año 1980 en los que el Dalí, inspirado en el personaje de Cervantes, muestra su visión más personal siguiendo la trama de la obra mediante un relato gráfico.
Por otra parte, la obra daliniana está directamente relacionada con los principios del psicoanálisis de Sigmund Freud, y también la sexualidad juega un papel muy importante para su interpretación. En este sentido, la serie ‘Les amoreux’ está dedicada al amor y a los enamorados, donde el artista se centra en la unión de parejas famosas de la historia como Cleopatra y Marco Antonio, o de la religión, como Adán y Eva.
En la muestra se puede encontrar un espacio dedicado a uno de los temas centrales en la obra del pintor: el misticismo y religiosidad. Dalí mostró mucho interés por los temas religiosos en una etapa ya avanzada de su producción artística. Un ejemplo que puede encontrarse en el recorrido de la planta inferior del Centro de Historias es el grabado a punta seca titulado el ‘El jinete apocalíptico’, de 1974. “El jinete, el caballero, el personaje a caballo... son figuras recurrentes en esta muestra. Hay un caballero surrealista, en homenaje a Velázquez y representaciones de los jinetes del Apocalipsis”, apuntó Montinaro.
En su faceta como grabador, Dalí realiza un personal diseño de autor, alejado de modas, fiel a su iconografía, que evoluciona de acuerdo con el resto de su obra. Sus imágenes corresponden a la intensidad del contenido, empleando estéticamente las experiencias visionarias, las reinterpretaciones de la memoria y las deformaciones psicológicas.
Además, la exposición contiene un catálogo razonado de la obra gráfica de Salvador Dalí, que permite identificar qué litografías y grabados pertenecen al artista. Montinaro quiso destacar este detalle ya que “en el caso de Dalí, como en el de otros artistas que tienen una producción muy extensa, son muy importantes tanto para catalogar la obra como para entender también el coleccionismo, certificar la autenticidad de la obra”.
Entre las actividades en torno a esta exposición se han organizado visitas guiadas, que se llevarán a cabo los jueves, de 18.30 a 19.30, para las que es necesario inscribirse previamente llamando al teléfono del Centro de Historias (976 72 18 85). ‘Salvador Dalí. Obra gráfica’ recala en la capital aragonesa tras su paso por espacios como el Centro Municipal de Arte y Exposiciones de Avilés, el castillo de Roquetas (Almería), el Museo Rialia de la industria (Portugalete), el Museo Regional de Arte Moderno de Cartagena y el Museo de Durango (Vizcaya), entre otros.
Dalí y Don Quijote
La exposición consta de 32 obras gráficas originales divididas en series y contiene especialmente una selección de grabados dedicada a la historia de Don Quijote. El personaje cervantino de Don Quijote ejerció una intensa fascinación sobre el artista y durante su extensa trayectoria. Dalí lo recreó en innumerables ocasiones, en su aspecto externo y en sus rasgos espirituales y de carácter. La exposición muestra diez grabados realizados en el año 1980 en los que Dalí, inspirado en el personaje literario, muestra su visión más personal siguiendo la trama de la obra mediante un relato gráfico.
Existe un vínculo muy fuerte entre Don Quijote y Salvador Dalí: Don Quijote fue un personaje que vivía en un mundo en el que se mezclaban las fantasías con la realidad. Dalí fue, a su vez, un pintor de los sueños y de la realidad mediada por las fantasías, e hizo de sí mismo un original personaje, en el que se superpusieron realidad y ficción. Incluso el amor ciego y total del uno por Dulcinea y del otro por Gala, crea un “parentesco espiritual” entre dos espíritus que encarnan aspiraciones y sueños del hombre en su choque con la realidad. En su parodia del caballero andante, Cervantes desarrolló un lenguaje surrealista tal, que Salvador Dalí encontró en la historia los ingredientes perfectos para ilustrar imágenes que conjugan el surrealismo con la iconografía.
