Bad Gyal enciende el pabellón Príncipe Felipe con un despliegue salvaje de su credo urbano

La catalana comenzó su ‘Karats Tour’ en Zaragoza y mezcló en el repertorio sus canciones fetiche con temas de ‘La joia’, álbum que lanzó hace una semana

Bad Gyal, este viernes 2 de febrero, en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza.
Bad Gyal, este viernes 2 de febrero, en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza.
Francisco Jiménez

Lo de Bad Gyal no baja:si fuera una bebida carbonatada habría que categorizarla de ‘inesbafable’, porquesus burbujas no desaparecen. Hay un adjetivo que sí en el diccionario de la RAE que le calza como un guante al calado de la catalana, de la quinta del 97. Usarlo, eso sí, dificulta una crónica del concierto que ofreció este viernes 2 de febrero en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza, apertura de su gira ‘La Joia 24 Karats (quilates)’: inefable, que no se puede explicar con palabras. 

Así, el intento de narrar lo que generó entre los 4.000 fans que acudieron al recinto es un salto al vacío. Lo mismo ocurrió en su anterior presentación en la ciudad, acaecida en el Espacio Zity de Valdespartera durante las Fiestas del Pilar de 2022. En ese año, además, fue elegida mejor artista española en los Europe Music Awards.

Si las palabras son de los propios seguidores, el asunto es más fácil. Raquel, de Teruel, resultaba concluyente. “Me moría por ir a ver a la reina del perreo con mi novia y mi mejor amigo. Zaragoza ha vibrado más que el culo de Bad Gyal. Quizá no se pueda comparar con otros grandes conciertos, pero el de Bad Gyal representa el deseo de una generación entera por destruir lo políticamente correcto”.

Carmen, de Cella, aludía sobre todo a una canción concreta. “Con ‘Pussy’ nos hemos vuelto locos mis amigos y yo. Que Bad Gyal abra su gira en Zaragoza es todo un orgullo”. Javier, que venía de Valencia para la ocasión, decía al final que había disfrutado “desde la primera hasta la última canción. La combinación de música, luces y ambiente ha sido espectacular. Una mascletá en Zaragoza: ¡bum!”.

Dominio escénico

Bad Gyal es a la música como era Larry Bird al baloncesto NBA, salvando las distancias paramétricas: no tiene mucho rango vocal, ni es Lola Índigo bailando, tampoco la más sexy (lo es, eso sí), pero nadie puede pararla. Frasea correctamente, no le hace ascos al ‘autotune’ cuando canta, se mueve de cine y seduce al personal hasta el paroxismo. En Zaragoza comenzó ligando en una sola unidad musical –‘medley’ de tres canciones: habría varios– ‘La que no se mueva’. ‘Perdió este culo’ y ‘Kármika’. Seguirían ‘Sin carné’, ‘Pop pop’, ‘Hookah’, ‘Tremendo culón’ y ‘44’.

Antes de ‘Hookah’ hubo un parón imprevisto por problemas con los monitores de la estrella: una vez resueltos, el ‘treno’ del espectáculo se asemejó a los kilómetros finales de una etapa llana en el Giro de Italia, con un ritmo endiablado que solamente resisten los más fuertes. Le acompañaban tres bailarinas y otros tantos bailarines: en las secuencias pregrabadas, además de toda la instrumentación –nadie se rasga ya las vestiduras por la nula presencia de músicos o, al menos, un DJ lanzando bases– estaban también los coros e incluso los duetos.

Bad Gyal salió rompiendo:top plateado y minifalda plateada en ‘brilli brilli’, grandes botas blancas, gafas de sol gigantes de las que se deshizo pronto, bien de ventilador en la larga melena rubia y mantras desde el principio, en andanada. No faltó el cariño a sus seguidores: el primer concierto de una gira suele ser un ensayo general con público, pero con Bad Gyal no afloran las inseguridades: su rictus exuda confianza.

Ataque por la retaguardia

“Me hace ilusión –dijo– arrancar el tour aquí. ¿Movéis un poco el culo conmigo?”. Desde luego, el culo y el ‘pussy’ son claves en su repertorio: varias canciones los tienen en el título y aparecen en casi todas las letras. No hay cortapisas ahí, ni se esperan. Ya lo dice ‘Así soy’, dúo que grabó con Morad y que sonó anoche como un cañón. El de Hospitalet no estaba físicamente: tampoco Nicky Nicole, Anitta, Myke Towers, Quevedo o Un Titico y Dany MG: todos ellos cantaron este viernes 2 de febrero con Bad Gyal a distancia. No importa.

Bad Gyal es “la tía de Barcelona con el culo criminal”, talle cimbreante, ‘echá palante’, que huele a Chanel y sabe a coco: sus motivaciones y letras, escritas a muchas manos, así lo afirman. Con ‘Flow 2000’ y ‘Enamórate’ hubo locura absoluta, al igual que ocurrió en ‘Real G’, el dúo con el mentado Quevedo.En la remezcla de ‘Zorra’ asomó el ‘drum’n’bass en la intro antes de la deriva reguetonera, la marca de la casa, en clara supremacía frente al trap, el otro género en el que la barcelonesa se mueve con soltura.

De ahí al final, más caña, bises generosos (cuatro) y una última mirada desafiante, de reina en su reino. No es flor de un día; eso sí, el tiempo juzgará su legado.

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