espectáculos

La historia de amor del Circo del Sol con Zaragoza no tiene fin

La compañía canadiense reproduce con 'Ovo' el éxito que cosechó en la capital aragonesa con otros espectáculos como '‘Corteo’, ‘Varekai’, ‘Quidam’, ‘Alegría’ y ‘Saltimbanco’. 

Acróbatas del Circo del Sol en el espectáculo 'Ovo'.
Acróbatas del Circo del Sol en el espectáculo 'Ovo'.
Toni Galán

El Circo del Sol está maravillando al público aragonés que está asistiendo desde el pasado miércoles a las representaciones del espectáculo 'Ovo' en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. Un 'show' que está cautivando a los espectadores con su mezcla de colorido, acrobacias y belleza. Todavía quedan cinco funciones: este viernes a las 20.30, el sábado a las 16.30 y 20.30 y el domingo a las 12.30 y 16.30. 

'Ovo', que fue diseñado por Deborah Colker y estrenado en Montreal (Canadá) en 2009, cuenta la historia de un ecosistema lleno de insectos que trabajan, comen, se arrastran, juegan, luchan e incluso se enamoran. Un día cualquiera, cuando la vida fluye con naturalidad en este universo animado, un extraño ser desestabiliza la normalidad: un misterioso huevo aparece entre los insectos. 

Un equipo de 100 profesionales, entre técnicos y artistas, hace posible que se reproduzca la magia en velada tras velada. En cada sesión se emplean unos 800 elementos de vestuario que cuatro operarios se esmeran en mimar. Hay que añadir la labor de los maquilladores y de los 52 artistas en liza (dos de ellos olímpicos), entre acróbatas, clowns...

La admiración que está levantando el Circo del Sol en Zaragoza no es nueva, sino la continuación de una larga historia de amor. Sin ir más lejos, sus anteriores incursiones fueron: ‘Corteo’ (2020), ‘Varekai’ (2016), ‘Quidam’ (2013), ‘Alegría’ (2011) y ‘Saltimbanco’ (2010).

'Corteo' fue una cabalgata festiva imaginada por un payaso que proyectaba su propio funeral en una atmósfera carnavalesca, mientras discretos y bondadosos ángeles de la guarda la cuidaban en silencio.

La historia de 'Varekai' empezaba cuando un joven caía del cielo en medio de un bosque misterioso y mágico, en un lugar fabuloso donde vivían criaturas fantásticas. El joven se lanzó a una aventura absurda y extraordinaria. Ese día, en ese lugar lejano donde todo es posible, empezaba el encanto de una nueva vida.

En 'Quidam' una joven estaba furiosa; creía que ya lo había visto todo y su universo se había vuelto insignificante. Su cólera hacía que estallara su pequeño mundo y se encontrara en el universo de Quídam en compañía de dos personajes: uno alegre y otro misterioso. Este último intentaba seducirla ofreciéndole lo maravilloso, lo inquietante y lo aterrador.

En palabras de la propia compañía, 'Alegría' era "una introspección operística de la lucha por el poder y la energía vigorizante de la juventud". Los trajes confeccionados por Dominique Lemieux evidenciaban una estética barroca de decadencia y ornamentación, mientras que la partitura musical compuesta por René Dupéré era una mezcla única de francés, español, africano y Mediterráneo.

Finalmente, 'Saltimbanco', representado bajo una gran carpa, supuso un viaje a la esencia circense. En este 'show', el quinto en la historia del Circo del Sol, exploró la experiencia urbana en sus múltiples formas: las personas que habitan en la ciudad, sus peculiaridades y sus semejanzas, sus familias y grupos, el ajetreo de las calles y la imponente presencia de los rascacielos. En medio de caos, calma, proezas y poesía, 'Saltimbanco' invitaba al espectador a hacer un viaje alegórico y acrobático al corazón de la urbe.

Pero su vínculo no acaba aquí. Muy recordada es la cabalgata que durante los 93 días que duró la Expo de 2008 regaló el Circo del Sol a los asistentes del evento. El pasacalles llevaba por título 'El despertar de la serpiente' . Una enorme serpiente de ojos verdes comandaba a una legión de acróbatas y zancudos con unos vestidos llenos de fantasía y color. 

El pasacalles 'El despertar de la serpiente', en la Expo 2008.
El pasacalles 'El despertar de la serpiente', en la Expo 2008.
Heraldo.es

Con todos estos antecedentes no es de extrañar que los rectores de la compañía circense consideren que Zaragoza es una de sus casas y que recalen en ella con cada nuevo espectáculo. Janie Mallet, responsable de márquetin y publicidad de 'Ovo', lo plasma en palabras: "Regresar a Zaragoza es algo que hemos deseado muy intensamente porque sabemos que los zaragozanos y los aragoneses son muy entregados y entusiastas, con la una energía que solo puede encontrarse allí. Estamos seguros de que en los próximos años volveremos a reencontrarnos con nuevas aventuras. Regresar a Zaragoza es siempre un placer". 

Aquellos que deseen asistir a alguna de las restantes funciones de 'Ovo' todavía están a tiempo. Las localidades están a la venta con un precio que va de los 48 a los 192 euros a través de las siguientes webs: Ticketmaster (ticketmaster.es) y El Corte Inglés (elcorteingles.es). El rango de precios puede cambiar dependiendo de cuál de las siete funciones se elija.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión