El festival literario Barbitania cierra con gran éxito de público su segunda edición en Barbastro y volverá en junio
El festival literario de Barbastro se consolida reuniendo a lectores locales y de Zaragoza, Teruel y Palma de Mallorca.
Que Barbastro es una ciudad literaria ya quedó patente con la irrupción en el Siglo de Oro de las Letras Españolas de los hermanos Bartolomé y Lupercio Leonardo Argensola. Avanzados los años 60 del pasado siglo el concejal José Ollé sembró la semilla literaria con el Mayo Cultural y la creación de los Premios Literarios (de novela corta -hoy novela- y poesía) a los que con los años se han unidos certámenes de humor, de aragonés y de narrativa escolar.
Y desde el año pasado ha surgido otro hito para seguir escribiendo páginas del libro de literatura de Barbastro: el festival Barbitania, surgido como refuerzo a los Premios Literarios, pero que en su segunda edición ha cobrado vida propia y ha alzado su vuelo a altas cotas. Así ha quedado reflejado en la gran afluencia de público que ha llenado prácticamente todas las actividades, desde el concierto del joven cantautor y poeta palestino Marwán el jueves, con el que se levantaba el telón del certamen, hasta la última mesa redonda sobre novela negra.
La han protagonizado hoy en la UNED Berna González Harbour, la barbastrense Inés Plana, Benjamín Prado -miembro del jurado de poesía Hermanos Argensola- y que ha estado moderada por el periodista y escritor Sergio del Molino. Antes, el también escritor y periodista de HERALDO, Antón Castro, moderó la charla ‘Leer el monstruo’, que contó con Michelle Roche Rodríguez, Elvira Navarro y Antonio Soler.
Paralelamente los niños disfrutaron de una original y emotiva sesión de cuentacuentos con Alicia Merino en el Centro de Congresos.
La periodista de Aragón Radio, Ana Segura, glosó las conclusiones del festival dando paso a la clausura en el Ayuntamiento por parte de la concejal de Cultura, Pilar Abad, y el alcalde, Fernando Torres, que invitó a todos los autores y lectores a repetir el año que viene en la tercera edición, que se celebrará en junio, como apuntó la edil.
Inversión cultural
Los ecos que dejan cuatro días de festival literario son rotundos: salas llenas para escuchar recitales de poesía, música o conversaciones con autores sobre diversos temas como leer en la adolescencia, el pasado, las ciudades, la producción de Hispanoamérica, la novela negra, …; librerías satisfechas por la venta de libros y la presencia de autores en ellas firmando libros; impacto mediático en prensa nacional; y, sobre todo, seguir regando esa simiente sembrada hace seis décadas.
“El balance es muy positivo, ha sido un récord absoluto de asistentes y la difusión en prensa ha sido inédita. La satisfacción es absoluta, con mucha gente en los actos -comentó la concejal Pilar Abad-. En Barbastro hay una inquietud cultura muy importante, aparte de todos lo que han venido de fuera, y es muy satisfactorio ver cómo toda la trayectoria de los premios, y ahora el festival, va dejando poso en la población, lo que permitirá dar frutos en unos años. Así lo dijo Manolo Vilas cuando comentó que los premios y el estar en contacto con escritores en Barbastro le marcó de joven. Estamos haciendo una inversión cultural a largo plazo que nos va a favorecer como población”.
El ‘alma mater’ del festival, la coordinadora de los premios literarios y profesora de Literatura en la Universidad de Zaragoza, la barbastrense María Ángeles Naval, no podía estar más contenta de “cómo ha salido Barbitania. El hecho diferencial de este festival es el público y su capacidad para dialogar con los escritores. Eso hace que tenga sentido toda esta programación. Estoy feliz por la cantidad de público de Barbastro y de lejos que han venido para dar calor”.
Palabras de elogio también entre los escritores hacia este festival. Orgullosa de su ciudad estaba la exitosa autora de novela negra y periodista Inés Plana: “Estoy contentísima porque el festival ha funcionado maravillosamente, con un amor y un mimo por parte de los organizadores hacia los lectores y los escritores. La experiencia es impresionante y la ambición de Barbitania, que ya se ha convertido en uno de los festivales más ambiciosos del país al reunir a 40 autores con cantidad de temas. Hemos podido compartir la experiencia de los autores con sus libros y sus vidas y eso es un privilegio”.
“Germen de un gran festival”
Ignacio Martínez de Pisón, miembro del jurado de novela ‘Ciudad de Barbastro, en los últimos cuatro años, valoraba “que cada vez viene más gente. El año pasado el público era mayoritariamente de Barbastro, pero esta edición he estado hablando con gente que han venido del Matarraña, de Zaragoza y hasta de Palma de Mallorca. Esto es el germen de un gran festival”.
Benjamín Prado firmó ayer muchos ejemplares de su obra: “En Barbastro nos tratan de maravilla, lo organizan todo hasta el último detalle y cuidan la cultura de manera exquisita, al margen del Ayuntamiento que haya en cada momento. Los premios van creciendo, como hemos visto este año con Karmelo Iribarren, que es uno de los poetas más leídos de España desde hace tiempo. Para el premio, Karmelo Iribarren es un prestigio y al revés”. Y también coincidía con Martínez de Pisón en la gran afluencia de público, “con gente de pie asistiendo a todas las actividades. Y, sobre todo, la manera participativa e interesada de la gente con mucha gente de Huesca y Zaragoza. Es un éxito”.
El poeta Alejandro Simón ganó el premio Hermanos Argensola en 2019 y valora el prestigio de este galardón: “Su evolución es extraordinaria, con autores fundamentales de nuestra lengua como Iribarren, al igual que la de este festival, que amplía las fronteras de Barbastro. La literatura, el arte y la cultura convierte a los municipios en universos y les da una amplitud que sin ella no tendrían”.
Y desde las librerías, el presidente de la Asociación de Libreros de Huesca, Víctor Castillón, se sumaba a las buenas críticas cosechadas: “Se ha visto que el festival despierta interés entre la gente, ha habido bastantes asistentes y en las librerías hemos tenido las firmas animadas. Por ejemplo Pilar Bonet, corresponsal de 'El Paí's, ha sido la primera vez que se ha puesto a firmar libros al público, y ha sorprendido ver el tirón de ciertos autores o comprobar los seguidores que tienen Benjamín Prado o Antón Castro. Hoy mismo, a raíz de escuchar recitar ayer a Omar Fonollosa o a Celia Carrasco, hemos tenido clientes que han comprado sus libros. Lo bueno del festival es que descubre autores que pasarían desapercibidos para el gran público”.
