Seis exposiciones reviven en Aragón el patrimonio artístico de los relicarios

Abiertas hasta el 17 de diciembre en los museos diocesanos de Zaragoza, Jaca, Huesca, Teruel y Barbastro y en la colegiata de Santa María de Calatayud

Los museos diocesanos aragoneses inauguraron este miércoles sendas exposiciones en un proyecto común. ‘Exemplum. Reliquias y relicarios en Aragón’, es una muestra colectiva y simultánea que quiere ser el punto de arranque de un proyecto cultural de mayor calado. Una especie de Edades del Hombre a la aragonesa que, en palabras de uno de sus impulsores, Sergio Blanco, director del Alma Mater Museum, de momento solo aspira a "cuidar, mantener y difundir el patrimonio sacro de toda la comunidad".

La idea partió del obispo de Tarazona, Vicente Rebollo, burgalés, y quizá ello explique que Las Edades del Hombre, proyecto castellano leonés, sea el modelo que se coloca en el horizonte. "El obispo de Tarazona es el responsable de patrimonio histórico de la provincia eclesiástica de Aragón –añade Sergio Blanco– y fue él quien nos convocó a los directores de los museos diocesanos de Aragón para que empezáramos a trabajar conjuntamente. Nos reunimos periódicamente desde hace algo más de un año, y fruto de estas reuniones ha sido la organización de esta muestra, ‘Exemplum’, con la que queremos dar a conocer las piezas más destacadas de este tipo que se conservan en Aragón».

Las seis exposiciones pueden visitarse desde ayer y hasta el 17 de diciembre en los museos diocesanos de Zaragoza, Jaca, Huesca, Teruel y Barbastro-Monzón y en la colegiata de Santa María de Calatayud, esta última por la diócesis de Tarazona. En cada sede se pueden ver las reliquias propias de los santos de cada lugar.

En el caso zaragozano, por ejemplo, se presentan al público 37 reliquias y relicarios, piezas como el cáliz de San José de Pignatelli; el roquete que llevaba San Pedro Arbués, inquisidor asesinado en la Seo; cabellos de María Magdalena; el cráneo de San Antonio procedente de la antigua parroquia de San Andrés; o el relicario de San Jorge que custodia la Real Maestranza de Caballería. Se ha buscado, tanto en Zaragoza como en el resto de sedes, que estén representados los distintos tipos de reliquias y relicarios.

Acompañando cada una de las exposiciones se celebrarán sendas charlas gastronómicas con degustación, que se centrarán en los postres y dulces creados con nombres de reliquias. La de Zaragoza será el 18 de noviembre.

"‘Exemplum’ es un primer paso, el arranque de una colaboración que no solo quiere centrarse en la organización de distintas exposiciones. También buscamos coordinarnos entre nosotros y dar respuesta a los problemas que tiene el patrimonio religioso, desde buscar un destino aragonés a las obras de los conventos que cierran a realizar inventarios exhaustivos de los fondos que se conservan en cada diócesis", concluye Blanco. La idea, en principio, podría ser organizar una muestra temática anual, con la posibilidad de extenderla a otras sedes, como Albarracín, Roda de Isábena, Daroca o Alquézar.

Tres arquetas relicario que forman parte de la exposición inaugurada en el Museo Diocesano de Huesca
Tres arquetas relicario que forman parte de la exposición inaugurada en el Museo Diocesano de Huesca
Museo Diocesano de Huesca

La muestra del Museo Diocesano de Huesca tiene dos puntos de interés. Por un lado, en la sala de platería se exhibe una vitrina con relicarios de los siglos XVI al XVIII, entre los que destacan el busto de San Pedro procedente de la iglesia parroquial de Ayerbe, realizado hacia 1560, y las ‘testas’ de San Víctor y Santa Valeria, traídas desde Palermo a la catedral de Huesca en 1627; y otra con tres arquetas medievales decoradas con esmaltes de Limoges que contenían reliquias de varios santos y de la Pasión de Cristo. Y por otro, en la sala de Renacimiento y Barroco, antigua ‘Parroquieta’, se muestra la escenografía barroca de ‘vanitas’ con varios objetos y piezas históricas que son símbolo de la muerte.

Dos esculturas en forma de brazo

El Museo de Arte Sacro de Teruel se suma a la muestra ‘Exemplum’ con una serie de relicarios que hablan de la gran variedad y riqueza de las obras artísticas que surgieron en la provincia en torno al recuerdo y la veneración de los mártires. Destacan el busto relicario de San Antonio y dos esculturas en forma de brazo que guardan en su interior reliquias de santos correspondientes a esa parte del cuerpo humano. Los visitantes pueden ver incluso el billete que el Padre Polanco, apresado durante la Guerra Civil, regaló a su compañero de celda sabiendo que iba a ser fusilado. El receptor nunca gastó ese dinero y, siendo ya muy mayor, lo devolvió a Teruel para que fuera conservado, pues siempre fue para él un objeto muy importante.

La exposición reúne también reliquias procedentes de conventos turolenses ya clausurados, como el de Gea de Albarracín. El director del museo, Pedro Luis Hernando, valoró ayer positivamente la organización de una muestra conjunta entre varios centros expositivos diocesanos de Aragón, pues de esta forma la actividad tendrá una mayor repercusión. El obispo de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué, inauguró ‘Exemplum’, asegurando que la exposición permite buscar en la tradición "los referentes que nos ayuden a mirar al futuro con esperanza e ilusión".

Uno de los espacios destinados a 'Exemplu' en el Museo Diocesano de Jaca.
Uno de los espacios destinados a 'Exemplu' en el Museo Diocesano de Jaca.
Laura Zamborain

Por su parte, el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón alberga en su sala para exposiciones temporales buena parte de sus numerosas reliquias, que se presentan en arquetas (como la de San Medardo de Benabarre, una pieza de platería renacentista ricamente ornamentada) bustos (San Ramón, San Valero, San Victorián y San Carlos Borromeo, del siglo XVIII y de madera policromada) y brazos relicarios (como el de San Valero y San Ramón, del siglo XVII), cruces (un fragmento del Lignum Crucis), cajitas, templetes (san Lorenzo de Estadilla, siglo XVII) y relicarios (rococó de Castillonroy, del siglo XVIII). Del monasterio de Alaón procede un relicario del siglo XVIII de San Benito y otros santos mártires con una disposición en forma de tela de araña en oro.

Con motivo de esta exposición, el día 30 a las 19.30 se ha organizado una charla con degustación sobre los dulces típicos del mes de noviembre, en especial los dulces de todos los santos: huesos de santo, panellets de limón, y tortas de alma. Será impartida por Luis Ángel López Sanz, vicepresidente del Gremio de Panaderos de Zaragoza y Provincia y profesor-ponente de los Cursos Extraordinarios de la Universidad de Zaragoza en Jaca. Es también Caballero de la Real Hermandad de San Juan de la Peña.

San Juan de la Peña

El Museo Diocesano de Jaca no ha establecido una zona expositiva dedicada únicamente a esta muestra, sino que propone que el visitante, a través del recorrido de las salas del museo, vaya descubriendo distintas piezas que sirvieron como relicarios.

La primera zona es el ‘Secretum’ de la catedral, una sala de origen medieval, aunque decorada en el siglo XVI, donde se han generado dos espacios. Uno está dedicado a relicarios barrocos de la catedral de Jaca: el de San Grato (patrón de Olorón), los relicarios en forma de cabeza de Santa Rotonda y Santa Petronila y Santa Orosia. Son del siglo XVII.

En el segundo espacio se ubican piezas procedentes de San Juan de la Peña o que tienen vinculación con este monasterio románico que es el emblema del Museo de Jaca. Se trata de dos aguamaniles (objetos litúrgicos para lavarse las manos, pero que en este caso concreto hubo un momento en el que se colocaron uno encima del otro y sirvieron para contener reliquias en su interior), y las lipsanotecas (pequeñas arquetas que se colocaban en el momento de la consagración de la iglesia en el entorno de la mesa de altar). Se pueden observar las de Botaya, Bagüés (siglo XI) y la propia de San Juan de la Peña, de principios del siglo X.

Busto relicario que se muestra en el Museo de Arte Sacro de Teruel.
Busto relicario que se muestra en el Museo de Arte Sacro de Teruel.
Antonio García

Otro espacio seleccionado es la sala de la torreta, que desde 2016 es el gran joyero que custodia las reliquias de Santa Orosia, patrona de Jaca. Son joyas que datan del siglo XVI al XVIII y algunas de ellas servían como relicario. La última zona de la exposición se centra en el Cristo Románico de la catedral de Jaca, hoy de madera pero que estuvo cubierto de plata (fundida a principios del siglo XVII debido a los problemas económicos que atravesaba el cabildo). En esa talla se escondieron reliquias en el siglo XVI, que aparecieron en los años 70 del siglo XX. 

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