El frenazo que supuso la pandemia de coronavirus para la actividad cultural siguió dejándose notar en 2022 en todas las expresiones artísticas en Aragón, a excepción de la música popular, que incluso superó las cifras prepandémicas. Esta es la principal conclusión que se extrae al consultar el último Anuario SGAE de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales que este lunes ha compartido la Fundación SGAE.

En 2019, antes de la covid, se ofrecieron en la Comunidad 6.029 conciertos de música popular, con una asistencia de 1.157.411 espectadores y una recaudación de 12.495.587 euros. Tras tocar fondo en 2020 y experimentar una tímida remontada en 2021, en 2022 las cifras se concretaron en 6.448 conciertos (419 más que en 2019), 1.045.149 asistentes (112.262 menos) y 15.819.597 euros (3,32 millones más). Cabe reseñar que en esta contabilidad también se incluyen los macrofestivales que el año pasado se desarrollaron en tierras aragonesas, como el Monegros Desert y sus históricos 55.000 espectadores, los 33.736 del Vive Latino o los 45.000 del Pirineos Sur.

Como curiosidad, los géneros más habituales en dichos recitales fueron el pop-rock (79,5%), el flamenco (4,5%), la canción española (4,5%) y la electrónica (3,9%).

La música clásica no gozó de tal empuje. En 2019 se organizaron 701 actuaciones, con una asistencia de 213.820 personas y una recaudación de 1.384.305 millones de euros. Un trienio después el listón ha bajado notablemente: 535 conciertos (166 menos), 112.285 espectadores (prácticamente la mitad) y 869.536 euros (514.769 menos). Una tónica que siguen absolutamente todos los subgéneros que indexa la SGAE dentro de la música clásica, desde la sinfónica hasta la de cámara y los solistas, pasando por la coral y la banda y rondallas.

El panorama tampoco es muy halagüeño en las artes escénicas. En 2019 tuvieron lugar 2.465 representaciones en Aragón, con 659.400 asistentes y una recaudación de 3.229.894 euros. En 2022 se alcanzaron las 2.192 funciones (273 menos), 296.740 espectadores (362.660 menos) y 2.389.079 euros (840.815 menos).

Descenso en la danza

La danza sufre muy especialmente esta regresión. En 2019 se desarrollaron 129 actuaciones, con 70.584 asistentes y una facturación de 282.248 euros. En 2022 la distancia es sustancial: 104 funciones (25 menos), 35.713 espectadores (la mitad) y 210.794 euros (71.454 menos).

Una tónica muy similar a la del teatro, que en 2019 alcanzó las 2.309 representaciones, 563.364 asistentes y recaudó 2.725.298 euros. En 2022 se quedó en 2.076 sesiones (233 menos), 253.438 espectadores (309.926 menos) y 2.095.936 euros (629.352 menos).

La situación en el género lírico es también crítica. En 2019 se organizaron 27 espectáculos, con 25.452 asistentes y 222.348 euros. El año pasado se conformó con 12 (15 menos), 7.589 espectadores (17.863 menos) y 82.349 euros (139.999 menos).

En lo referente al cine, la Comunidad se halla en la clase media-baja respecto al resto de España. Atesora 24 complejos cinematográficos con 76 pantallas, lo cual depara que por cada 1.000 habitantes hay 0,06 pantallas, por detrás de Andalucía, Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, La rioja, Madrid, Murcia, Navarra y País Vasco.

El anuario de la SGAE también incluye un ranquin nacional con las salas de cine que más espectadores acogieron en 2022. La 4 de los Palafox de Zaragoza ocupa el décimo puesto con 69.930 asistentes y una recaudación de 385.116 euros. En esta lista, que está comandada por L’Hemisféric de Valencia (310.697 espectadores y 1.651.961 euros), se halla la sala 5 de Artesiete La Torre, también en la capital aragonesa.