Las viejas butacas del Teatro Principal, en un almacén a merced de las palomas y sus excrementos

Fabricadas por la emblemática firma de Loscertales en el año 1940, se sustituyeron por las actuales en 2017.

Imagen de las butacas difundida por Zaragoza en Común.
Imagen de las butacas difundida por Zaragoza en Común.
Zaragoza en Común

El grupo de Zaragoza en Común (ZEC) en el Ayuntamiento de Zaragoza denunció ayer el "lamentable estado" en el que se encuentran las antiguas butacas del Teatro Principal, actualmente guardadas en un almacén con excrementos de paloma y suciedad. La situación de las butacas fue objeto de una pregunta de la portavoz de ZEC, Elena Tomás, en la comisión de Cultura, Educación y Turismo. Tomás destacó que las butacas han terminado guardadas "en condiciones deplorables" en la antigua gerencia de urbanismo, "sin cumplir ninguna medida de conservación", al tiempo que esgrimía una fotografía en la que podía verse algunos de los antiguos asientos llenos de excrementos de paloma.

Las antiguas butacas del Teatro Principal fueron realizadas en el año 1940 por la prestigiosa firma aragonesa de Loscertales. Hace seis años, con ZEC en el gobierno municipal y Fernando Rivarés como concejal de Economía, Hacienda y Cultura, se remodeló el patio de butacas del coliseo y se adaptó a las normativas de seguridad y accesibilidad. En junio de 2017 se colocaron nuevos asientos y las antiguas butacas salieron a subasta pública. No se vendieron todas, una pequeña parte de las sobrantes se distribuyó por espacios municipales como el Conservatorio de Danza o la Harinera, y el resto se guardó en una nave a las afueras de Zaragoza en condiciones óptimas de conservación.

Sara Fernández, consejera de Cultura, Educación y Turismo, reconoció ayer en la comisión que las butacas "no están bien conservadas" y aseguró que se les está buscando "una ubicación mejor".

"El ayuntamiento tiene mucho patrimonio mueble reservado –explicó–. Cuando llegamos al ayuntamiento vimos que se estaba pagando el alquiler de una nave para guardarlo y no nos pareció procedente dado que hay espacios municipales vacíos donde podría estar sin coste añadido. Por eso pensamos en que la antigua gerencia de Urbanismo era un lugar idóneo".

Sara Fernández añadió que "el pasado mes de septiembre la Policía Local dio aviso de que había una ventana rota o abierta en el edificio, y al parecer ha sido por allí por donde han entrado las palomas. Estamos buscando una solución que además ponga en valor las butacas".

A título anecdótico, cabe destacar que la comisión se celebró en el salón de plenos municipal, donde prácticamente todo el mobiliario pertenece a la firma aragonesa de Loscertales, ahora de actualidad al conocerse que la Universidad de Navarra se ha hecho con su archivo histórico.

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