'El gran libro de Cuttlas': llega la obra "definitiva" del personaje de Calpurnio, con 720 páginas
El álbum con las historietas del dibujante zaragozano ve hoy la luz tras meses de homenajes en su memoria
Cuando se va a cumplir (el 15 de diciembre próximo) el primer aniversario de la muerte de Eduardo Pelegrín ‘Calpurnio Pisón’, el mundo del cómic en España sigue tocado por la desaparición del dibujante zaragozano a los 63 años de edad. Han sido estos meses pasados de homenajes, con charlas y exposiciones en los encuentros del sector habidos por todo el país, y llega ahora a las librerías, hoy, un nuevo álbum con voluntad de "definitivo" dedicado a su personaje más célebre: ‘El gran libro de Cuttlas’.
Cuenta con 720 páginas, se publica tanto en papel como en ‘ebook’ con el sello Reservoir Books y se promociona como la recopilación más completa, por incluir historietas de todas las épocas, del esquemático, romántico y somarda vaquero. La edición ha sido dirigida por el crítico y estudioso Álvaro Pons, una de las referencias del cómic nacional. La presentación va a tener lugar hoy en la apertura del Cómic Nostrum, el Festival Internacional de Mallorca, que ya desde su lema en 2023, ‘Menos es más’, alude a la memoria de Calpurnio, a quien además dedica una muestra con 80 páginas originales.
La obra del zaragozano también puede verse ahora en su ciudad de nacimiento, formando parte, con las de otros 20 autores, de la exposición ‘Los 80 dibujados. Cómics de la movida aragonesa’, que estará abierta en el Paraninfo de la Universidad hasta el próximo 20 de enero. En ella se recoge la eclosión de dibujantes y de guionistas habida en esa década; también de publicaciones, como el fanzine ‘El Japo’, donde el Bueno de Cuttlas asomó por primera vez en 1983.
Calpurnio, que trabajó en HERALDO DE ARAGÓN, publicaría luego en revistas especializadas como ‘Makoki’ o ‘El Víbora’, y en varios diarios generalistas. En sus 40 años de carrera también firmó varios álbumes de Cuttlas, además de cortometrajes, de una serie de televisión, de cultivar asimismo la videocreación ligada a las sesiones de música electrónica, y de llevar al lenguaje del cómic clásicos como la ‘Odisea’ o la ‘Ilíada’. Cuando falleció trabajaba en una revisión del ‘Tao Te King’ de Lao-Tsé.
