LOS PILARES DE MI VIDA. 2023. V

Marta Domínguez: “Soy bastante teatrera, me apasionan los pasacalles y los espectáculos callejeros”

La poeta, profesora y directora del Espacio Huecha vivía las fiestas con mucha alegría y ahora hace lo mismo pero más volcada con sus tres hijos

Marta Domínguez, vestida de baturra, algo que le gusta mucho.
Marta Domínguez, vestida de baturra, algo que le gusta mucho.
Archivo Marta Domínguez.

Marta Domínguez (Zaragoza, 1981) es profesora, poeta y directora, desde 2012, del Espacio Huecha en Alberite de San Juan. Es autora de varios poemarios: ‘Historia transida y poesía renovada’ (2012), ‘Una hoguera en los párpados’ (2015) y ‘La suite de los antílopes’ (2019).

¿Qué le dicen las fiestas del Pilar? ? ¿La vivió de niña con fervor?

Para mí las fiestas del Pilar son sinónimo de alegría. Aunque es una festividad religiosa, se puede vivir de modo absolutamente profano por la cantidad de oferta cultural y de ocio durante estos días. Es algo positivo que diferencia al catolicismo de otras religiones cristianas como por ejemplo el protestantismo. A estas fiestas las define la abundancia, en la comida, la bebida, las reuniones sociales, como digo, frente a los días sacros de otras religiones como la musulmana donde todo es contención. Me gusta esta manera de vivirlas tan propia además de los países del sur.

¿Qué recuerdos le vienen a la cabeza?

Es un momento para redescubrir el folclore a través del cante y del traje regional. A mí siempre me ha entusiasmado el flamenco pero la jota no me decía demasiado. Ahora eso está cambiando, cada vez me gusta más nuestro cante regional. Durante los Pilares reconecto con nuestras raíces. Mis primeros recuerdos son en el parque José Antonio Labordeta, con mi abuela paterna vestidas de baturras.

¿Tienen olor los Pilares?

El olfato es un sentido muy evocador. Cuando empieza el otoño siento un olor característico que me hace pensar inmediatamente en los Pilares. Por último, desde que tengo hijos, no me planteo irme fuera porque ellos los disfrutan mucho, y yo reconozco que también. Me encantan los Gigantes y Cabezudos y las coplillas con las que los llamamos. Me he perdido muchos Pilares cuando vivía fuera de Aragón o de España. Así que ahora no me los pierdo.

Marta disfrutando y esperando en las fiestas con el vestido tradicional.
Marta disfrutando y esperando en las fiestas con el vestido tradicional.
Archivo M. Domínguez.

¿Aprovecha para ir a conciertos concretos, recuerda alguno especial?

Hay muchas maneras de vivir estas fiestas. Obviamente no las van a vivir de la misma manera el adolescente, el treintañero o una persona mayor. Es muy interesante que en la programación tengan cabida actividades para todos los públicos. Recuerdo perfectamente lo que disfrutaba en mis años jóvenes, el cachirulo atado en la muñeca, recorriendo los míticos garitos de la zona de Moncasi, el Rollo o por el Casco Histórico. Una vez, tras el pregón fuimos pidiendo agua por la calle Alfonso y desde los balcones salían y nos la echaban con cubos. Fue divertidísimo.

¿Divertidísimo? ¡No sé qué le diga!

Guardo un grato recuerdo del concierto de Bunbury, que tocó un año en la Plaza del Pilar tras el discurso del pregón. La etapa de la adolescencia y la primera juventud están marcadas por unos Pilares muy locos, de salir hasta las tantas, de muchas risas con mis amigos, amigos a los que por circunstancias de la vida ya no veo, y los recuerdo a través de estas vivencias, de estas noches.

Y esto ha cambiado, claro, con sus hijos...

Ahora que soy madre mis planes son infantiles pero lo paso bien, porque veo que mis hijos disfrutan y recuerdo cómo mis padres también se preocupaban por llevarnos a ver actuaciones y espectáculos. Con ellos a mediados o finales de los 80 vimos un concierto de Alaska en el paseo de Independencia, que aún recuerdo.

Como directora del Espacio Huecha, supongo que le gustarán mucho las exposiciones. Recuerda alguna que se inaugurase en el Pilar y que te gustase especialmente…

Como digo, me gusta ver a mis hijos divertirse, pero es que yo misma me divierto también con estos planes. Me encantan las ferias y los parques de atracciones, siempre he sido de soltar adrenalina en estos amasijos de hierro. Son espacios que pueden servir de escenario en un relato. Además, como siempre me gustó el teatro y yo misma soy bastante teatrera, me apasionan los pasacalles y espectáculos callejeros. El teatro en salas pero también en otros formatos, como los títeres, me priva y por ello nunca nos solemos perder los títeres de cachiporra del Teatro Arbolé, que se ubican en la Plaza de los Sitios, por lo que se puede aprovechar para echar un vistazo a la feria de artesanía y degustar en los puestos de gastronomía aragonesa.

Marta Domínguez de niña en las fiestas del Pilar.
Marta Domínguez de niña en las fiestas del Pilar.
Archivo M. Domínguez.

No sé si me ha contestado.

No del todo. Sí. También es posible sacar hueco para visitar algún museo y las propuestas que se inauguran estos días, algunas muy interesantes, como la exposición de la Lonja el año pasado: '¡Zuloaga, Goya y Aragón: la fuerza del carácter'.

Para una escritora, ¿tiene connotaciones literarias esta celebración, esta fiesta, la multitud que va y viene feliz y ociosa?

En estos días saco partido del principio dionisíaco y me dedicó más que nada a pasármelo lo mejor posible. Me tomo una pausa de mis quehaceres laborales o literarios y me centro en cositas más livianas. De vez en cuando está bien también.

Marta con su marido, Jorge, sevillano.
Marta con su marido, Jorge, sevillano.
Archivo M. Domínguez.
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