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Ramón María del Valle-Inclán en Zaragoza: visita a las fiestas del Pilar de 1911

El escritor acompañó a la compañía de María Guerrero, que estrenó 'Voces de gesta' en el Teatro Circo y contaba con su esposa Josefina Blanco

Ramón María del Valle-Inclán con su esposa Josefina Blanco y con su hija.
Ramón María del Valle-Inclán con su esposa Josefina Blanco y con su hija.
Campúa/PUZ.

Leyendo un estupendo libro sobre Valle-Inclán, 1943, de Melchor Fernández Almagro, me sorprende una página en la que aparece Zaragoza, durante una gira de la compañía de María Guerrero en 1911, tras su viaje a la Argentina. Le pido a Carmen Ayala, de Documentación de HERALDO, que filtre datos digitales del final de ese año, y el martes 17 de octubre de 1911, aparece la breve crónica del estreno de ‘Voces de gesta’ de Valle-Inclán, que tuvo lugar el lunes 16 de octubre, en el Teatro Circo de la calle de San Miguel (esquina del futuro Cine Goya) donde su mujer Josefina Blanco actuaba como meritoria de María Guerrero. «La ofrenda del odio quede sepultada... bajo está bóveda sagrada» versos de ‘Voces de gesta’ que cita Almagro.

El rey Arquino abusa de la pastora Ginebra que interpretaba María Guerrero. Garín, hijo de Ginebra, tenía como interprete a Josefina Blanco. La reseña no es un prodigio de finura crítica y la firma R. C. siglas cuya identidad ignoro. «Pero para qué hablar de esto, si aun va para largo». Un rasgo de coloquialismo local, que tiene su encanto.

El menú teatral y taurino

La primera noticia sobre la llegada de María Guerrero aparece el 6 octubre y la relación de actrices la encabeza Blanco, Josefina, seguida de once o doce cómicas más. Pasaron dos semanas en la ciudad, todas las Fiestas del Pilar. Por el estilo del gacetillero, intuyo que todo estaba redactado por la misma persona. La crónica de toros incluye esta perla : «Para lo que valió la corrida, lo mismo es que no se hubiera celebrado». Todo el siglo romántico transcurrió entre gacetas que redactaba una misma persona, sea Braulio Foz y su ‘El eco de Aragón’, sea Roque Gallifa o Eusebio Blasco, hasta llegar a Mariano de Cavia –que nunca escribió en ‘Abc’–, pese a dar nombre al famoso premio de Abc. 

La primera noticia sobre la llegada de María Guerrero aparece el 6 octubre y la relación de actrices la encabeza Blanco, Josefina, seguida de once o doce cómicas más. Pasaron dos semanas en la ciudad, todas las Fiestas del Pilar.

Pero veamos la breve crónica de R.C.: «En el Circo hubo dos estrenos, la tragedia de Valle-Inclán, “Voces de gesta”, y el autor teresiano de Martínez Sierra ‘La alcaldesa de Pastrana’. No era mucha parte del público, que anoche llenaba casi por completo este teatro, el más a propósito para escuchar obras de la índole de las estrenadas anoche, pues con estar muy bien escritas, se necesita un auditorio verdaderamente aficionado a la literatura para que obtengan un buen éxito. Con todo, el público aplaudió mucho al final de ambas producciones, aun cuando los aplausos eran en su mayoría dedicados a María Guerrero y demás compañeros de escena, todos y principalmente aquella, realizaron una labor magistral».

Valle-Inclán, autor de Bradomín, feo, católico y sentimental, contaba 45 años en esa fecha y se había casado cuatro años antes con Josefina Blanco. Su primera hija Conchita, nació en 1908, la segunda hija, Mariquiña, fue buena amiga de Julián Gállego en París, casada con un argentino con pinta de «monje taoísta», nos dice JG en sus ‘Diarios de París’.

María Guerrero era como el circo Price, necesitaba un tren para su compañía, en especial por la moda de amueblar la escena con muebles de época. Bargueños, tapices, armaduras medievales, toda una parafernalia que ahora nos resulta polvorienta y anticuada. La Berma de Proust significaba algo similar en el París de ‘La Recherche’, para el joven narrador del mundo de Swann y los Guermantes. Ese mismo París en el que Eusebio Blasco fue redactor de ‘Le Figaro’ y donde se celebraban corridas de toros a orillas del Sena.

José García Mercadal acababa de publicar ‘Zaragoza en tranvía’, 1909, y curiosamente, Fernández Almagro cita un artículo suyo en ‘El Sol0’, sobre bibliografía de Valle-Inclán, a la muerte del escritor, en enero del fatídico 1936. El joven Mercadal fue siempre más adicto a la prosa de Azorín, y mucho nos tememos que el genio gallego pasó por Zaragoza, como un forastero más, pese a su inconfundible estampa de rabino compostelano.

Sin imágenes de la estancia

Lamentablemente no hay fotografías de esa estancia de Valle-Inclán y Josefina Blanco en las Fiestas del Pilar de 1911. No las hay de momento. No descarto que Pachi Asín custodie entre sus fondos fotográficos esa bicoca. Tiene fotos estupendas del Conde de la Viñaza, vestido de cosaco, cuando fue embajador en San Petersburgo. Sería una forma de justicia lírica para el propietario de ‘Luces de bohemia’, acaso la cima teatral de don Ramón del Valle-Inclán. En sus novelas de ‘La guerra carlista’ hay páginas donde resuena el trallazo de una jota como un aullido sideral.

María Guerrero participó en un homenaje al canto regional en el Teatro Principal ese mismo año, con textos de Cavia, Julio Cejador y Sixto Celorrio.

María Guerrero participó en un homenaje al canto regional en el Teatro Principal ese mismo año, con textos de Cavia, Julio Cejador y Sixto Celorrio. La mejor fotografía de ese año se la hizo a don Ramón, el fotógrafo madrileño Alfonso. Silueta a contraluz, barba fluvial y bombín de Chaplin, la viva imagen de un sefardita compostelano.

Pero vayamos paso a paso. Valle-Inclán era ya el autor de las ‘Sonatas’ y de ‘guerra carlista’, ‘Gerifaltes de antaño’ se publica en 1909. Pero así y todo, son los años en que intenta escribir teatro para María Guerrero, la gran dama de la escena. La razón primordial es que su esposa forma parte de la compañía, y siempre viajan juntos.

Pero, conviene recordar que Galdós todavía eclipsaba como gloria nacional a los novatos escritores del 98, Unamuno, Baroja, Azorín o el propio Don Ramón de las barbas de chivo, como lo retrató Rubén Darío. Galdós estuvo en Zaragoza en el centenario de los Sitios, 1908, cuando visitó la redacción del HERALDO, todavía en el Coso, junto a su amigo zaragozano, Mariano Gracia.

‘Voces de gesta’ se estrenó en el Teatro Novedades de Barcelona y fue reseñada con todo detalle el 26 junio 1911, por Alejandro Plana. El estreno en Madrid tuvo lugar casi un año después en el Teatro de la Princesa, mayo 1912. Alfonso XIII ocupó un palco del estreno, pero fue la Chata, la Infanta Isabel, quien unos días después felicitó a don Ramón por su obra. Poco después Valle rompe con María Guerrero y forma compañía propia con su esposa, Josefina Blanco.

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