verano 2023

La iglesia de origen templario en Bordón que lleva impreso el tritono del diablo

Este pequeño pueblo del Maestrazgo turolense, muy cercano al límite provincial con Castellón, atrae a amantes de lo esotérico por este detalle presente en la techumbre interior de su templo parroquial, originario del siglo XIII.

Techumbre de la iglesia de la Virgen de la Carrasca en Bordón.
Techumbre de la iglesia de la Virgen de la Carrasca en Bordón.
Laura Uranga

La fe católica es un sentimiento y una convicción con dos caras: para el creyente, hay pruebas de la existencia de Dios por todas partes, y las sagradas escrituras admiten un análisis (de hecho, es lo más recomendable), pero no discusión, porque se trata de la palabra de la divinidad. Creer en Dios implica, eso sí, creer en el diablo, una figura con presencia perenne en los últimos dos milenios de la historia de la humanidad, con otras formas pretéritas en confesiones previas a la era cristiana. En Bordón, de hecho, hay una referencia demoníaca en la propia casa de Dios: concretamente, en la techumbre de la iglesia de la Virgen de la Carrasca.

Esta localidad del Maestrazgo, muy cercana a la línea divisoria con Castellón, tiene un precioso templo (templario, por cierto: del siglo XIII) en el centro del pueblo. Cuando se construyó, Bordón no era aún pueblo, sino buenos pastos para los rebaños de los ganaderos establecidos en las inmediaciones... pero, como ha ocurrido muchas otras veces en la Edad Media, apareció una talla de una mujer con un niño.

Apariciones regulares

La tradición decía que en este tipo de hallazgos, las tallas debían llevarse a la iglesia más cercana: en este caso, la de Castellote, a 18 kilómetros en la actualidad. Sin embargo, la figura volvía a aparecer en la carrasca donde había sido hallada en primer lugar. La creencia popular de que la talla pedía iglesia y la necesidad de que hubiese una hospedería en aquel punto acabaron de impulsar la constricción de una primera ermita, con alojamiento contiguo.

La magia del lugar comenzó a crecer cuando las plegarias para pedir lluvia que ahí se realizaban tenían éxito. Pronto la ermita se convertiría en una iglesia, más convento y casa de acogida.

En cuanto al tritono del diablo, la clave está en el análisis de unas aspas presentes en la techumbre interior de la nave eclesial de Bordón. Según explican en el pueblo, citando fuentes de expertos en los terrenos esotéricos, esas aspas evocan simetrías referentes al efecto del tritono o ‘nota del diablo’, un sonido metálico hiriente para el oído humano.  Por si fuera poco, se ven pintadas dos cabezas muy siniestras que parecen representar al mal y la resurrección, de tipo ave fénix.

Los tiempos cambiaron para los templarios, hasta que el papa Clemente V abolió la orden por decreto en 1312. Los hospitalarios delimitaron el término de Bordón y en 1399 se añadió una capilla a la iglesia para enterrar a un matrimonio de hidalgos ricos en su cripta. Posteriormente se harían las demás capillas. Las últimas reformas son del siglo XVIII.

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