Amado Franco: "El sentido común es virtud de banquero"
Director general de Ibercaja durante 17 años y presidente otros 13, en los que pilotó el tránsito de caja a banco, es una figura de referencia en la economía aragonesa.
En Ibercaja, usted es lo que se dice 'un hombre de la casa'. Entró hace 53 años.
Fue el 1 de enero de 1970 tras aprobar unas oposiciones. Toda mi carrera la he desarrollado ahí.
Mucho ha cambiado la entidad.
Entonces era la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja y, sí, era completa y absolutamente distinta. Pero éramos una de las cajas más importantes y nuestros objetivos y razón de ser siguen siendo los mismos.
Ha sido 13 años presidente, primero de la caja, luego del banco. Timonel en tiempos difíciles.
También he vivido, a principios de este siglo, los buenos tiempos.
Pero se le recordará por frenar el crédito promotor y anticiparse a la crisis de 2008. ¿La clave fue...?
El sentido común. Hubo un momento en que se construía en España tanto como en el resto de Europa y, además, se compraban los solares por una cantidad, se vendían de inmediato por un 50% más y a continuación se solicitaba una hipoteca por una suma aún superior. Aquello no tenía sentido... Fue una decisión difícil porque suponía renunciar a clientes. La Caja tuvo valentía.
¿La prudencia es la principal virtud de una entidad financiera?
Es una cualidad imprescindible, sin duda. Un banquero gestiona dinero que no es suyo, así que no puede convertirlo en lo que él quiera. Y tampoco puede dejarse llevar por el cortoplacismo.
A usted le dolió personalmente la desaparición de las cajas.
Muchísimo. Por el papel que han desarrollado a lo largo del tiempo. En nuestra tierra, por ejemplo, no se puede escribir la historia de Aragón sin la Caja. Hoy Ibercaja es un banco, pero el capital es, en el 88%, propiedad de la Fundación Ibercaja, y el resto de las antiguas cajas de Caja3, y sigue cumpliendo los objetivos de quienes la crearon en 1876. ¿Qué buscaban aquellos hombres de la Real Sociedad Económica que la crearon? Mejorar la calidad de vida de los aragoneses, el progreso económico de Aragón... Hoy la Fundación Ibercaja tiene una vertiente económica, que realiza a través de Ibercaja Banco, pero también posee una obra social y cultural. Y siempre tenemos presente la innovación y pensamos a largo plazo. Mobility City es un buen ejemplo.
Pronto llegan aniversarios importantes.
La Económica se fundó en 1776 y la primera oficina bancaria se abrió en 1876. En 2026 se cumplirán 250 y 150 años, respectivamente. Habrá que conmemorarlo como se merece.
