The New Tones, los veinteañeros zaragozanos que apuestan por el pop y el rock

En tiempos de reguetón y urban, reconforta que todavía queden jóvenes que apuesten por el pop, el rock y el punk. Es el caso del quinteto zaragozano The New Tones, integrado por universitarios que recién han desprecintado los 20 años. Unieron sus caminos musicales cuando cursaban segundo de ESO en el instituto Tiempo Modernos de la capital aragonesa y este sábado presentan su primer disco, 'Mira hacia atrás' en el Rock & Blues (21.00, entrada libre). 

Tener en las manos su primera obra, un vitalista cedé con siete canciones, es un ejercicio de felicidad incontenible, la certificación de que se hallan en el buen camino. "Para nosotros es un punto de inflexión, ya podemos vendernos con algo físico y no un audio o un mp3. Por esto mismo, hemos querido cuidar hasta el último detalle el formato. Han participado grandes profesionales del sector como Mario Cobo, Sergio Lacasia o Francho Angás en los diseños, sin ellos este disco no habría sido lo mismo. Además hemos arreglado las canciones para para darles una mejor cohesión", explica Mario Angás, el batería, en representación de sus compañeros Pedro Chaves (bajo), Juan Guerrero (teclado), Jorge Martínez (guitarra) y Mario Bielsa (cantante).

Poco podían imaginar cuando iniciaron esta andadura en la adolescencia que alcanzarían esta primera meta. "Puede que en los inicios del grupo nadie pensara en ello porque comenzamos a hacer versiones y hasta pasados unos meses Juan no vino con el primer tema propio. Pero una vez llegó el primero, no teníamos ninguna duda. Los temas de 'Mira hacia atrás' han ido llegando a lo largo de los siete años que llevamos como banda, sobreviviendo y adaptándose a la incorporación de los integrantes actuales. Llevábamos mucho tiempo esperando este momento y por fin hemos dejado reflejado el trabajo y la ilusión", detalla.

Una de las experiencias más enriquecedoras ha sido la grabación, que tuvo lugar en la Casia de la Música, en Yeste (Huesca).  "Fue inolvidable. Ya habíamos grabado alguno de nuestros temas en diferentes épocas de la banda, pero nunca en un lugar como la Casia. Supuso un completo retiro en el que nuestra única preocupación era crear música. La imaginación, la precisión por dar la nota correcta y la emoción de ver que todo fluía fueron elementos que reforzaron tanto los temas del disco como nuestra amistad. La Casia está ubicada en un pequeño pueblito del Prepirineo cuyo único habitante es Sergio, su propietario. Él se preocupa de cada detalle, cocina, es ingeniero de sonido… para que no te falte de nada y tu mente se dedique a crear. Repetiríamos sin ninguna duda", agradece. 

Otro de los alicientes ha sido el trabajo con Mario Cobo, uno de los referentes del rock& roll en España. "Nunca habíamos trabajado con la figura de un productor y ha sido muy importante. Toda banda debería, a la hora de grabar, tener una persona que escucha las canciones desde fuera, sin estar juzgando uno de los instrumentos o influenciado por estos. Mario aportó muchísimas ideas para investigar en sonidos, arreglos y técnicas de grabación para conseguir el sonido y el ambiente que ha quedado reflejado en el disco. Sergio, coproductor con Mario, fue el que estuvo con nosotros durante la grabación y con el que finalmente arreglamos los temas o replanteamos estructuras. Al final todo suma", asevera el baterista.

Tras la tarea en el estudio, ahora llega el momento de ponerla en práctica en los directos. Una ronda de presentación del álbum que este sábado arrancará en el Rock & Blues zaragozano. "Tocaremos todas las canciones propias que aparecen en el cedé; en la grabación las arreglamos para darles un giro de tuerca. Además de un par de temas propios inéditos, los cuales tenemos ganas de presentar para ver cómo responden en el escenario. También hemos preparado una nueva selección de potentes versiones, llevadas a nuestro terreno para dar cohesión y unidad a nuestro repertorio propio. Y cómo no, alguna sorpresa que no desvelaremos hasta ese momento", promete y concluye.