La sueca Loreen, primera mujer en ganar el festival de Eurovisión por segunda vez y el 'televoto' relega a España al puesto 17
El televoto castigó al flamenco español y le regaló a Blanca Paloma solo cinco puntos, la peor cifra de los 26 participantes.
El festival de Eurovisión 2023 ha hecho historia por partida doble. La sueca Loreen se llevó el micrófono de cristal esta madrugada del domingo gracias a ‘Tattoo’, convirtiéndose en la primera mujer de la historia en ganar Eurovisión dos veces (ya lo hizo en 2012 con ‘Euphoria’). Por otro lado, se trataba de la primera vez que había dos países que son anfitriones. Aunque la gala se celebró en Reino Unido, el ganador de la edición 2022 fue Ucrania, pero no pudo celebrarse por culpa de la guerra. Por ello lo hicieron los británicos, que quedaron en segunda posición el año pasado, gracias a Sam Ryder y su ‘Space man’.
El televoto golpeó a la pichona
La actuación de la española Blanca Paloma, que acabó en decimoséptima posición, fue muy bien valorada por los jurados. Vocalmente perfecta y con una realización impecable, tanto ella como su predecesora Chanel han supuesto un antes y un después en la candidatura de España para Eurovisión. Con un ‘top’ rojo brillante, pantalones blancos y botas con plataforma, Blanca Paloma pisó fuerte sobre el escenario de Eurovisión 2023. Sin embargo, el televoto de 5 puntos acabó con todas las esperanzas de éxito de la ilicitana. El público castigó al flamenco español y le regaló solo cinco puntos, la peor cifra de los 26 participantes,
La representante española en el certamen europeo de la canción actuó en octava posición, detrás de Chipre y antes de una de las grandes favoritas, Loreen, hecho que le pudo perjudicar en el televoto. No fue así durante el voto del jurado, que la consideró una de las mejores. La de Elche puede estar orgullosa de lo que hizo en Liverpool y de las buenas críticas recibidas.
Otras favoritas
Finlandia arrasó en el televoto con su ‘Cha cha cha’, una canción que combina a la perfección el ‘techno’, el heavy metal y la música ligera; lo que llevó al rapero a ser el favorito del público, eso sí, fue por su puesta en escena, atrevida y transgresora. Desde las toreras rosas y verdes fosforitas hasta los gestos de los bailarines y el cantante, todo estaba perfectamente medido para convertirse en la canción elegida de los ‘eurofans’, que se habían declarado públicamente cansados de baladas emotivas.
Tampoco faltaron las comparaciones con Chanel. Fueron varios los países que incorporaron un número de baile al estilo ‘chanelazo’. La israelí, con su ‘Unicorn’, levantó a los espectadores de la grada y acabó consiguiendo un tercer puesto, impulsado a partes iguales por el jurado y el televoto.
Ucrania, ganadora en 2022, se tuvo que conformar esta vez con un sexto puesto. Su tema ‘Heart of Steel’, de corte pop electrónico e interpretado por el dúo Tvorchi, no ha conquistado a los espectadores como hicieran el año pasado Kalush Orchestra y su ‘Stefania’.
La noruega Alessandra, con su ‘Queen of kings’, fue muy aplaudida por los incondicionales del festival en las redes. Con un himno feminista, la joven artista se lució encima del escenario, recibiendo 216 puntos del televoto.
Polémicas
Como cada año, Eurovisión fue escenario de situaciones tensas. La más sonada fue la negativa a dejar que Zelenski interviniera durante la gala en directo. En un comunicado, la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del festival, explicó que no puede atender la petición del presidente ucraniano de "dirigirse a la audiencia en el Festival de la Canción de Eurovisión", ya que iría en contra de las reglas.
Otro momento delicado fue el de la actuación de Croacia, protagonizada por el grupo Let 3; los integrantes de la banda aparecieron vestidos de dictadores que recordaban a Hitler y a Putin, con una puesta en escena que ridiculizaba a las figuras de poder. "Mamá, voy a jugar. Mamá voy a la guerra. Ese pequeño psicópata, pequeño psicópata vil, psicópata cocodrilo", rezaba su letra traducida al español del croata. Acabaron los decimoterceros.
