A falta de menos de tres semanas para que el próximo viernes 26 de mayo vea la luz el nuevo disco de Enrique Bunbury, 'Greta Garbo', el músico zaragozano continúa dando pistas sobre cómo será la campaña de presentación y promoción del mismo. En su última intervención en el consultorio que mantiene semanalmente con sus fans a través del correo electrónico ha sido más explícito. 

El zaragozano, que vuelve a descartar tajantemente realizar giras completas, sí afirma que efectuará conciertos escogidos. "Una de las consecuencias directas de abandonar las giras, ha sido que transmití a discográfica y 'management' mi interés por realizar actividades promocionales que tengan a los seguidores como protagonistas. Acercarme a vosotros todo lo posible, sabiendo que no voy a realizar más 'tours' y que nuestros encuentros se verán reducidos a algún concierto esporádico, algunas firmas aquí y allá, conversaciones en algún pequeño auditorio para hablar del disco... Estamos dándole forma", asevera. 

En este sentido, ya está confirmada una firma de autógrafos el 25 de mayo en Ciudad de México. Al parecer, no será la única. "Ya se anunció la firma en la Ciudad de México y pronto anunciaremos la de Los Ángeles. Una de las razones por las que hacemos las firmas presenciales y no con discos pre-firmados, ni 'meet & greet' con foto y demás, es precisamente para poder disfrutar del momento, con la mayor cantidad de vosotros, dentro de lo posible", prosigue.

El consumo de música

En este encuentro virtual con sus seguidores, Bunbury también analiza la evolución en las forma de consumo de música, desde su juventud con los vinilos, los cedés y los casetes hasta nuestros días con el 'streaming'. "La gran mayoría de los aficionados a la música escuchan y consumen la obra de sus artistas favoritos en plataformas de 'streaming'. Paralelamente, estamos viviendo el auge más significativo en la venta de vinilos desde los ¿años ochenta? Parece que el cedé está cayendo y destinado a la desaparición, cuando nos enteramos que en Japón es el formato mayoritario. Y cuando ya nadie apenas nos acordábamos, surge un movimiento de jóvenes alternativos reivindicando el casete. Aunque intentemos perfilar la actualidad con una pincelada gruesa, se nos escapan detalles que cohabitan en el mismo mundo", expone.

Y prosigue con su relato: "Cuando crecía, siendo un adolescente, me asombraba cómo a la gran mayoría de los chicos de mi escuela, parecía que apenas les importara la música y su única fuente de información al respecto era la radio comercial. Así, entiendo que en la actualidad sea exactamente igual, con el algoritmo y los curadores de 'playlists'. La diferencia es que en las plataformas de 'streaming' contabilizan y priorizan a todo ese público al que le importa realmente poco la música, reflejados en los números de escuchas. En décadas pasadas, en las que se contabilizaba el éxito de un álbum exclusivamente por las ventas del formato físico, ese público poco interesado en los lanzamientos musicales alcanzaba a comprar dos o tres discos al año, alguno por Navidad o de regalo de cumpleaños, con lo que, eran los verdaderamente aficionados a la música, los que aupaban y decidían qué discos eran los que importaban. Hoy, el foco, lo dirigen aquellos a los que la música sólo les resulta un bonito acompañamiento o entretenimiento superfluo".