Una delegación de la Schola Cantorum Basiliensis de Suiza conoce varios órganos aragoneses

La actividad, coordinada por Christine Vetter, pasó por Zaragoza, Villanueva de Huerva, La Almunia y Daroca, entre otros.

El profesor Tobias Lindner, sus alumnos y la organera Christine Vetter, en la iglesia de Villanueva.
El profesor Tobias Lindner, sus alumnos y la organera Christine Vetter, en la iglesia de Villanueva.
Ayto Villanueva de Huerva

Conocer una docena de órganos en apenas tres días. Casi como si se tratase de un reto, una pequeña delegación de la Schola Cantorum Basiliensis de Suiza, una de las instituciones musicales de referencia a nivel mundial, ha recorrido decenas de kilómetros de la provincia de Zaragoza para conocer estos instrumentos de alto valor histórico. En concreto, la expedición, coordinada por la maestra organera Christine Vetter, se detuvo en los de la Seo, el Pilar, el Santo Sepulcro y San Pablo de la capital aragonesa, pero también en los de Cariñena, Longares, Paniza, Villanueva de Huerva, Almonacid de la Sierra, La Almunia, Ricla y Daroca.

"Han sido unos días muy intensos, pero han merecido la pena. Este patrimonio despierta mucho interés a nivel europeo y tiene un encanto especial, lo que hace que sea muy valorado", argumenta Vetter, dedicada desde hace más de tres décadas a la restauración y elaboración de estos instrumentos desde Tarazona. En el caso concreto de esta visita, han sido un profesor y nueve alumnos "que estudian en Suiza, pero que son de varios puntos de Europa", puntualiza esta experta.

El profesor Tobias Lindner, sus alumnos y la organera Christine Vetter, en la iglesia de Villanueva.
El profesor Tobias Lindner, sus alumnos y la organera Christine Vetter, en la iglesia de Villanueva.
Ayto Villanueva de Huerva

El recorrido, explica Vetter, no es el primero de este tipo que realiza. "Viví en Suiza y me conoce mucha gente. Mantengo el contacto y es un placer acompañarles para que conozcan estos tesoros", asume. Así, en experiencias anteriores han llegado personas de Inglaterra, Alemania y muchos desde Francia. "También conocemos los pueblos, comemos allí y todo es posible por el gran recibimiento que tenemos en las iglesias y en los ayuntamientos", dice remarcando la hospitalidad y facilidades.

Vetter valora que en estos años ha asumido muchos encargos, pero que todavía queda mucho por hacer. "Habremos reparado unos 35 órganos, también armonios y hemos hecho otros nuevos, muy pocos", recuerda. Entre ellos, el armonio de Morata de Jalón o el órgano histórico de Villanueva de Huerva, donde en 2005, mediante el Plan de Restauración de la Diputación de Zaragoza y en compañía de Claudio Rainolter se recuperó.

"Hay tantos… No solo órganos, retablos también. Pero se va haciendo poco a poco", valora.

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