Miguel Ángel Vivas: "El sistema está corrupto, quemémoslo y construyámoslo de nuevo"

Estrena este viernes 'Asedio', "una carta de amor a John Carpenter" y su película de género más comprometida y social hasta la fecha.

'Asedio' de Miguel Ángel Vivas
'Asedio' de Miguel Ángel Vivas
Twitter

Dice Miguel Ángel Vivas (Sevilla, 48 años) que junto a 'Tu hijo' (2018), 'Asedio', el largometraje que llega este viernes a la cartelera, es su película "más personal". Protagonizada por Natalia de Molina, la cinta sigue los pasos de una antidisturbios novata que acude a ejecutar un desahucio en un enorme bloque de pisos. Allí se da de bruces con un caso de corrupción, que implica a algunos de sus compañeros, que deberá afrontar si quiere salir indemne. Con un uso del plano secuencia magistral, Vivas somete al espectador a una tensión constante en esta "carta de amor a John Carpenter" que es, además, su cinta más comprometida hasta la fecha.

Ha afirmado que es su película más personal, ¿por qué?

Mis dos películas más personales son 'Tu hijo' y 'Asedio'. Lo que pasa es que si en 'Tu hijo' quería hablar de cosas que me importaban mucho, en 'Asedio', en cambio, quería hablar de cosas que me molestan. Poco a poco voy encontrando mi estilo y voy encontrando mi voz y me voy involucrando más en lo que estoy contando y en por qué lo estoy contado. Creo que en 'Tu hijo' encontré un camino que me ha servido para jugármela más todavía en esta.

Curiosamente, el texto lo escribe Marta Medina. Si era tan personal, ¿por qué no enfangarse del todo?

A ver, sí trabajé mucho en el guion con Marta. Yo creo que un director tiene que estar metido en dirigir la película desde el guion. Yo la historia la tenía muy clara e hice una primera estructura de la película para que tuviera esa idea de montaña rusa. Creo en el cine como un oficio compartido. Igual que no hago la fotografía o el montaje, me gusta trabajar con gente que te da diferentes puntos de vista que contrastan con el tuyo y evitar la endogamia. Y en eso trabajar con Marta, que me parece una guionista increíble y como crítica me encanta la manera que tiene de ver las escenas y las películas, me ha servido mucho.

Sí que es su historia más comprometida, la que más habla de lo que nos rodea, de las instituciones, de la corrupción, de la inmigración, de quienes se supone que nos protegen. ¿No le daba vértigo acercarse a un cine más social desde el cine de género?

Empecé a pensar en esta película a partir de unos desahucios que vi por televisión. Me provocaron sentimientos muy duros, la verdad, y quise hablar de esto. Pero, claro, quería hablar desde el género. Una de las referencias de esta película era 'Asalto a la comisaría del distrito número 13', que es trepidante y entretenidísima, pero que está hablando de la sociedad en el momento en que se hizo la película, del racismo, de la corrupción. El cine como cualquier arte tiene que hablar del mundo en el que vivimos. Yo no quiero hacer un drama o una película social para hablar de estos temas, quiero hacer una película que sea un clímax de hora y media.

Hablaba antes de la película de John Carpenter. ¿Qué cree que tiene esa cinta que la hace tan actual?

Las películas actuales son las que te hablan del hoy porque el hoy no cambia. Cambia la forma de vestir, la forma de hablar, el decorado, pero las personas somos las mismas y cuando no te olvidas de eso, es cuando la película se muestra actual.

Para su película, Carpenter se fijó mucho en 'La noche de los muertos vivientes', una película a la que usted también homenajea.

Sí, cuando Dani desciende a los cimientos del bloque y empieza viendo zombis y muertos vivientes. Son los monstruos de la secuencia. Pero conforme empieza a iluminar sus caras con la linterna, empieza a ver niños y personas asustadas y poco a poco el espectador se da cuenta de que el monstruo es ella. Nosotros hemos permitido que estas personas estén ahí malviviendo, que no tengan para comer, que no tengan para vestirse, que no tengan para ducharse, las metemos ahí, a escondidas. Y encima tenemos la santa hipocresía de que cuando los vemos nos den miedo, nos asustemos.

¿Por qué cree que lo seguimos permitiendo como sociedad?

Por eso he hecho esta película, lo digo así de claro. La película la defendí como dos mujeres contra el sistema. El sistema está corrupto, el sistema está equivocado y todos somos parte del problema. Y no vale poner parches, no vale decir: "He echado a esta gente de su casa pero es que este es mi trabajo y si no lo hago yo, lo va a hacer otro". No, ya está bien de eso. Tirémoslo o quemémoslo y construyámoslo de nuevo.

La película está llena de planos secuencia muy bien articulados. ¿No cree que últimamente el cine está abusando mucho de ese recurso?

Es un recurso narrativo y ahora se está usando en exceso para marcar paquete. El plano secuencia busca una cosa emocional, de experiencia, de vivencia. No te voy a enseñar esto, sino que te doy la mano y vamos a ir juntos. Si ese plano secuencia es por otro motivo, te estás equivocando.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión