Sáinz-Villegas, el alarde expresivo de un genio de las seis cuerdas en la Mozart

La Orquesta Nacional de Bélgica y el guitarrista riojano ofrecieron un recital con obras de Franck, Rodrigo y Ravel.

Pablo Sáinz-Villegas, ayer, durante el recital que ofreció junto a Orquesta Nacional de Bélgica.
Pablo Sáinz-Villegas, ayer, durante el recital que ofreció junto a Orquesta Nacional de Bélgica.
Toni Galan

La sala Mozart acogió ayer un nuevo recital dentro de la temporada de Grandes Conciertos del Auditorio de Zaragoza. La Orquesta Nacional de Bélgica, creada en 1936, se presentó en la capital aragonesa, bajo la dirección del español Josep Vicent, y acompañada en esta ocasión del guitarrista riojano Pablo Sáinz-Villegas. El programa incluyó obras de Franck (‘El cazador maldito), el maestro Joaquín Rodrigo y su célebre ‘Concierto de Aranjuez’ y dos piezas de Maurice Ravel, también pertenecientes al repertorio clásico más conocido para todos los públicos: ‘La Valse’ y el ‘Bolero’.

La Mozart rozó el lleno para disfrutar de un excelente concierto en el que volvió a deslumbrar Sáinz-Villegas. El guitarrista riojano está considerado actualmente como el sucesor de Andrés Segovia, y es todo un embajador de la cultura española en el mundo.

Ayer volvió a hacer gala de un alarde expresivo en su interpretación del ‘Concierto de Aranjuez’, con una digitación precisa y la sonoridad de su guitarra. Sáinz Villegas recibió una vez más el calor y el aplauso del público zaragozano en el Auditorio.

La Orquesta Nacional de Bélgica abrió el concierto con ‘El cazador maldito’, un poema sinfónico en el que los instrumentos de la orquesta relatan en sonidos esta balada romántica alemana escrita por Gottfried August Bürger. L la segunda parte del concierto estuvo dedicada a Ravel, con ‘La valse’ y ‘Bolero’.

Pero el momento más emotivo de la noche tuvo lugar antes del descanso, cuando Sáinz-Villegas regaló la virtuosística ‘Jota’, de Francisco Tárrega. «El río Ebro nos une, a Aragón y a mi tierra, La Rioja», dijo antes de interpretar la pieza. Su ejecución de trémolos, arpegios, tamboras, armónicos, ligados... hicieron que a su término parte del público se pusiera en pie para aplaudir largamente al guitarrista.

Residente en Nueva York desde hace más de dos décadas, Sáinz-Villegas fue el primer guitarrista solista en tocar en el Carnegie Hall de Nueva York desde que lo hiciera Andrés Segovia en 1983, así como el primer guitarrista en tocar con la Orquesta Sinfónica de Chicago desde 2001. Debutó con la New York Philharmonic bajo la batuta de Rafael Fruhbeck de Burgos en el Avery Fisher Hall del Lincoln Center.

En cuanto a Vicent, ha dirigido algunos de los conjuntos sinfónicos más prestigiosos de España y del mundo, desde la London Symphony Orchestra a la Filarmónica de Rotterdam, la Orquesta de Cámara de París, Orquesta de Kiev o la Orquesta del Teatro Real, entre muchas otras.

El siguiente concierto de este ciclo será el de la Orquesta Sinfónica de la BBC, el 19 de abril (19.30). El programa incluirá: ‘England’ (Foulds), ‘Concierto núm. 3 en Re menor para piano y orquesta, op. 30’ (Rachmaninoff) y la ‘Sinfonía núm. 5 en Mi bemol mayor, op. 82’ (Sibelius).

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