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La española SPC apuesta por pasar del hogar inteligente al conectado
Quieren ahorrar energía y dinero al usuario usando métodos de aprendizaje inteligente en el hogar
La inteligencia artificial está en boca de todos. Nos sorprende porque los nuevos modelos de lenguaje son capaces de hablar con nosotros como si fueran un ser humano, pero lo cierto es que la idea de un hogar inteligente, el conocido como ‘smart home’ lleva ya décadas rondando como una promesa incumplida que en realidad no pasaba de un ‘hogar conectado’, tras varias horas de ardua configuración.
Pero ¿qué pasaría si los dispositivos del hogar conectado fueran capaces de aprender de su propia experiencia y de adaptarse a nuestras necesidades sin que nosotros tuviéramos que intervenir? Esa es la propuesta que ha presentado SPC, la compañía tecnológica española especializada en dispositivos ‘smart’ presentó a principios de año y parece dispuesta a cumplir antes de que finalice 2023.
La idea es que este nuevo ecosistema de dispositivos inteligentes de SPC se alimente de la IA (inteligencia artificial) más innovadora, del aprendizaje reforzado (RL) y del ‘Big Data’ -la gran cantidad de información que aportan los dispositivos conectados del hogar y los sensores-, para ofrecer una mayor eficiencia energética a nuestro hogar y un mayor ahorro en la factura de luz o el gas.
Así, por ejemplo, un termostato inteligente de SPC podría regular la calefacción o el aire acondicionado en función de la previsión del clima exterior, de la hora del día, de nuestra presencia o ausencia en el hogar o de nuestras preferencias personales. Y todo ello sin que tengamos que programarlo ni darle órdenes. El dispositivo sería capaz de aprender por sí mismo y de tomar las decisiones más adecuadas para nuestro confort y nuestro bolsillo.
Los dispositivos ‘smart home’ de SPC alimentados por RL y ‘Big Data’ estarán disponibles en el mercado a partir del segundo semestre de 2023. La compañía ha anunciado que ofrecerá una amplia gama de productos que incluirá termostatos, enchufes, bombillas, cámaras, sensores y alarmas. Se creará un así un ecosistema de ‘hardware’ que a través de un ‘software’ intuitivo y automático gestionará todo el hogar.
El sistema requerirá de una suscripción mensual y será el usuario el que deberá decidir si los costes compensan con el ahorro.
