Los Auserón, contra la industria del 'streaming'
Los zaragozanos, ex Radio Futura, abanderan la denuncia en España de la "injusta retribución" a los músicos. Las discográficas se defienden.
El zaragozano Santiago Auserón, bastión de dignidad creativa desde los tiempos de la Movida, se está convirtiendo ahora también en el rostro más visible de la pelea en España contra el negocio de la música en nuestros tiempos, los del 'streaming', metiéndose en un papel que en Norteamérica, por ejemplo, lleva años desempeñando Neil Young como principal referente.
En compañía de su hermano Luis, con el que compartió el grupo Radio Futura entre 1979 y 1992, Santiago Auserón inició la pasada semana una campaña de denuncia pública de la "injusta retribución" a los músicos por los acuerdos entre discográficas y plataformas de distribución de contenidos en internet, animando a sus colegas de profesión a sumarse a la reivindicación. Han tenido pronta respuesta por parte de Promusicae, la patronal del sector en España, que ha lanzado hoy un comunicado defendiendo el "enorme esfuerzo" de los sellos.
Los Auserón dieron el primer golpe el pasado día 23, difundiendo un informe de su autoría cuya principal conclusión es un ataque directo a la industria: esta, ahora, al intentar buscar su hueco en el nuevo entorno digital, está actuando "en perjuicio de los artistas" y solo favorece "los productos más comerciales". "Se ha transformado en un freno para la actividad artística y para la evolución cultural de nuestra sociedad", dijeron.
Su crítica se dirige fundamentalmente a las grandes compañías, que "se limitan a difundir digitalmente el fondo pasivo de sus catálogos y controlan los acuerdos con las plataformas distribuidoras para retribuir mínimamente a los artistas, que solo alcanzan beneficio cuando producen la música que responde a los algoritmos de la comunicación masiva".
Piden, por ejemplo, que se renegocien los contratos previos a la llegada de los nuevos canales en internet para que sean mayores los ingresos de los músicos, puesto que las discográficas no son ya tanto las "productoras fonográficas" que fueron como meras "distribuidoras digitales", disminuyendo muy considerablemente sus gastos sin que ello reporte en beneficio alguno para los autores. Mantener los antiguos porcentajes de reparto de las ganancias "resulta claramente injusto".
Santiago y Luis Auserón reclaman que los ingresos que dan los derechos generados por la distribución digital se repartan al 50% entre artistas y compañías, en la línea de otros músicos internacionales que comparten su reivindicación, y piden apoyo a las sociedades españolas de gestión de esos derechos.
"Nos sentimos en el derecho y en la obligación de iniciar una defensa decidida de nuestros intereses como artistas y de la libertad de criterio de los consumidores, especialmente de los más jóvenes, promoviendo un debate público en torno a estos temas que alcance amplio apoyo de nuestro sector en España", concluía el extenso informe que divulgaron hace seis días.
En su respuesta, Promusicae dice que no quiere "polemizar" con los dos excomponentes de Radio Futura, pero que ha de defender "el constante y enorme esfuerzo que realizan los sellos discográficos para estar al día en términos de innovación, inversión y apuesta por el talento y la creatividad, con un permanente esfuerzo de adaptación y respuesta a los nuevos formatos de consumo de música que aparecen constantemente y que son demandados por el público".
"Las relaciones de los artistas con sus compañías se establecen en un entorno de negociación libre y altamente competitivo que permite al artista elegir en qué términos quiere establecer, si es que quiere hacerlo, su relación con una compañía discográfica o un distribuidor digital con total capacidad de elegir en qué términos se conducirá su relación contractual. No es posible, por tanto, hablar de un 'mercado' que impone sus condiciones a los creadores", asegura la asociación que agrupa a las discográficas.
