La sala capitular de Sijena se reencarna en los antiguos depósitos de agua de Pignatelli

Una exposición recrea lo que se perdió en el monasterio en el incendio que lo devastó en la guerra  civil

El astrofísico Juan Naya y la vicealcaldesa Sara Fernández, junto a la réplica de uno de los artesonados perdidos en el monasterio de Sijea.
El astrofísico Juan Naya y la vicealcaldesa Sara Fernández, junto a la réplica de uno de los artesonados perdidos en el monasterio de Sijea.
Francisco Jiménez

La sala capitular del monasterio de Sijena se ha reencarnado en los antiguos depósitos de agua de Pignatelli en Zaragoza en los antiguos depósitos de agua del parque Pignatelli. La exposición 'Sigena mágica. El sueño hecho realidad', permite viajar en el tiempo y remontarse hasta la Edad Media, cuando artistas provenientes de Tierra Santa y forjados en la tradición del arte bizantino, románico inglés y musulmán, decoraron ese espacio y lo convirtieron en una especie de Capilla Sixtina de su época. La muestra cuenta con la colaboración de HERALDO DE ARAGÓN.

La muestra responde al proyecto personal del astrofísico aragonés Juan Naya, hoy consejero delegado de la farmacéutica Isdin, que en 2007 se lanzó a recuperar este espacio que pertenece a su patria emocional: en verano paseaba con su abuelo por las ruinas del monasterio y él, natural de Villanueva de Sijena, escuchó de niño numerosas historias en torno al cenobio. A finales de julio de 1936 una columna de milicianos llegada de Cataluña incendió el monasterio, y lo arruinó. Poco después, las pinturas murales de la sala capitular, joya del románico europeo, fueron arrancadas por la Generalitat de Cataluña para evitar más daños y con la promesa de devolverlas cuando terminaran los combates. Tras ser restauradas, fueron llevadas en 1940 al Museo Nacional de Arte de Cataluña. Y hasta hoy. 

Recrear lo que fue la sala capitular es, desde 2007, la obsesión personal de Juan Naya. Y la ha ido recreando partiendo de las fotografías que se conocen de ese espacio, y contando con destacados artesanos y especialistas. Por un lado las pinturas; y por otro lado los artesonados que decoraban la sala. En esta última tarea ha contado con el trabajo del jiennense Paco Luis Martos, artesano que ha reconstruido a escala real y con total fidelidad cinco de los doce techos del siglo XIII que enriquecían la estancia. Dos de ellos están completamente terminados, y otros tres a falta de estucar, pintar y dorar. Martos, que los ha reconstruido usando las mismas técnicas que se empleaban entre los siglos XIII y XVII recibió recientemente el Premio Nacional de Artesanía. 

La sala capitular de Sijena revive en los antiguos depósitos de agua de Pignatelli de Zaragoza
La sala capitular de Sijena revive en los antiguos depósitos de agua de Pignatelli de Zaragoza
Francisco Jiménez

Uno de esos artesonados se ha convertido en la pieza central de la exposición que se inaugura este lunes en los Depósitos de Agua de Pignatelli. Pero hay mucho más.

La muestra se abre con el documental 'El sueño de Sigena', donde se documenta todo el trabajo comandado por Naya hasta ahora. "Esta exposición es la segunda parte del proyecto -señala Juan Naya-. Mi intención era devolver a la vida las maravillas que se perdieron, que todo el mundo pudiera deleitarse con ella.  Hemos propuesto una especie de viaje iniciático".

Tras el documental se accede a un cronograma, que va desde 1188, año en que se fundó el monasterio, hasta nuestros días, y luego se disponen una serie de secciones: 'A imagen y semejanza', con reproducción de escenas a tamaño natural; 'Genealogías', que recrea como se han reconstruido algunos d elos 70 retratos que había en la sala capitular; 'El arte de la madera', que presenta cómo se trabajaban los artesonados; 'El pueblo elegido'; 'El arte de la pintura mural'; 'Vegetación'; 'Bestiario/Dragones'...

La sala capitular de Sijena revive en los antiguos depósitos de agua de Pignatelli de Zaragoza
La sala capitular de Sijena revive en los antiguos depósitos de agua de Pignatelli de Zaragoza
Francisco Jiménez

Para la recreación de las pinturas se ha contado no solo con los descubrimientos y aportaciones del propio Juan Naya; también con especialistas en pintura mural que han utilizado técnicas tradicionales. Un ejemplo: para reconstruir la escena de 'El faraón anegado en el Mar Rojo' se ha partido de las fotos en blanco y negro tomadas por Josep Gudiolm arquitecto, historiador y comisario de la Generalitat para el Salvamento del Patrimonio Artístico. Son fotos en blanco y negro, de 1936, que se han cotejado con los restos que se conservan actualmente en el MNAC. Para el color, se ha utilizado como referencia la acuarela de la escena del 'Diluvio', pintada en 1919 (Domenech i Montaner) así como de escenas con agua de lugares vinculados (como la de 'El bautismo' del Salterio de Ingeborg).

El recorrido termina con una proyección a cinco metros de altura de la recreación que se ha realizado de 'La Crucifixión', y un paseo virtual por toda la sala capitular que se realiza gracias a unas gafas de realidad virtual. La entrada es gratuita para la exposición, aunque la visita virtual tiene un coste de seis euros. Los fondos recaudados se destinarán a financiar la elaboración completa del artesonado de la sala. 

La muestra podrá visitarse hasta el 11 de junio

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