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Un Goya en el nombre de Labordeta

El documental sobre el cantautor que han dirigido su hija Paula y Gaizka Urresti compite por una estatuilla el próximo sábado en Sevilla.

Paula Labordeta y Gaizka Urresti, padres del proyecto.
Paula Labordeta y Gaizka Urresti, padres del proyecto.
F. L.

La figura de José Antonio Labordeta planeará el próximo sábado 11 de febrero en la gala de los Premios Goya que se celebrará en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla. La nominación de ‘Labordeta, un hombre sin más’ en la categoría de mejor documental ha puesto el foco nacional en la figura del cantautor fallecido en 2010. Un excelente ejercicio sentimental y cinematográfico dirigido por su hija Paula y por Gaizka Urresti.

Los días previos al gran día en tierras andaluzas transitan a paso lento, con nervios barnizados de expectativas. "Estamos intentando estar tranquilas y tranquilos sin pensar mucho en ello por aquello de la presión, pero con mucha ilusión de que llegue el día. Es cierto que todo el proceso es muy largo desde que resultamos preseleccionados en la ‘short-list’ a mediados de octubre", explica Urresti.

El cineasta y guionista establecido en Aragón ya conoce el dulce sabor de la victoria en los Goya desde que en 2013 se impuso con ‘Abstenerse agencias’ como el mejor cortometraje de ficción. "Para mí los Goya desde que comencé a hacer cine hace más de 25 años son muy importantes porque son el sitio donde siempre he querido estar, con profesionales y compañeros a los que admiro. Ganar un segundo Goya sería muy bonito porque hace ya nueve años del primero y además es en otra categoría nueva, mejor largometraje documental, por lo que supone un salto en la carrera. No obstante, independientemente de lo que pase el sábado, me quedo con la carrera, con haber estado nominado cuatro veces a los Goya en los últimos 12 años como director y productor. Dice que mis compañeros me tienen presente a la hora de valorar los trabajos", relata.

Una competencia feroz

Atrapar la estatuilla no va a resultar nada sencillo porque la competencia es feroz. Entre otros, se enfrenta a la aproximación a Joaquín Sabina que ha efectuado Fernando León de Aranoa en ‘Sintiéndolo mucho’ y al relato de los abusos sexuales en el Aula de Teatro de Lérida a cargo de Isabel Coixet en ‘El techo amarillo’. "Por un lado daba respeto pero, por otro, es muy estimulante compartir el viaje con cineastas tan grandes profesionales y tan reconocidos. Entre los dos suman 20 Goyas. Aunque en realidad cualquiera de los cinco nominados puede ganar el premio. Incluidos nosotros", razona.

Uno de los argumentos que alimentan el optimismo es el Premio Forqué recibido en diciembre, unos galardones que son considerados la antesala de los Goya. "Fue una gran alegría y además nos ha ayudado a creernos que podíamos estar en la carrera de los Goya en igualdad con todos los nominados. Supuso romper un techo y ver que es posible conseguirlo con una película muy humilde hecha desde Aragón como la nuestra", prosigue.

La familia detrás

Todo el proceso que ha envuelto la realización de este documental ha supuesto una colección de alegrías para Urresti, que enfatiza una: "El gran descubrimiento de la película es Juana de Grandes, tanto para mí como para los espectadores. No se entiende lo que José Antonio pudo hacer sin el apoyo de su mujer y su familia. Juana le dio dos cosas fundamentales para un creador: la seguridad y la libertad".

Una felicidad que comparte la familia Labordeta, con Paula con una intención especial. "Quise homenajear a mi padre y a toda la gente que hizo que Labordeta fuera quien fue. Lo hablé con mi madre y con mis hermanas y me dijeron que lo hiciéramos y que “no nos teníamos que hacer trampas a nosotras mismas, que teníamos que contar la verdad”. Así nació el documental, de las tripas, del desgarro absoluto. Pasó por el corazón y por la cabeza muy poco porque salió de las entrañas. El resultado está siendo todo un regalo para todas", concluye.

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