Tachenko se cita en la sala Oasis para presentar por fin su disco ‘Las discotecas de la tarde’

Trece meses después de lanzar su octavo disco de estudio, ‘Las discotecas de la tarde’, el grupo zaragozano Tachenko por fin defenderá sus nuevas canciones en casa. Una larga espera que se transformará este sábado 7 de enero (22.00) en celebración sobre las ancianas tablas de la sala Oasis de Zaragoza. Se adivina una velada de seda y lujo para goce y disfrute de los fieles seguidores de este combo abonado al pop fino y a las letras artesanales.

"Es un concierto necesario: no tenía sentido dejar de presentar uno de nuestros discos en Zaragoza, ante amigos, familia y el público que decida venir a vernos... Esta vez nos ha costado un poco más cerrar la fecha, porque la situación durante el último año ha sido complicada por la saturación de conciertos, consecuencia de la pandemia. Nosotros hemos decidido ‘frenar’ un poco durante los últimos meses, hasta que hemos encontrado una noche que nos ha parecido la más propicia", explica Sebas Puente, cantante, poeta y media naranja de ese matrimonio artístico indestructible que conforma con Sergio Vinadé.

No es baladí la elección de la centenaria sala de la calle de Boggiero. Allí, como espectadores, Puente y Vinadé aprendieron de mitos mal curados como Yo La Tengo, Andrés Calamaro, 091, Wilco o Divine Comedy. Y allí protagonizaron, ya como Tachenko, recitales imborrables como el que compartieron con Micah P. Hinson en 2010, su aparición en el Plastidepop de 2005 o presentaciones de anteriores discos. La Oasis es hogar y caricia.

El carácter excepcional de la cita también se plasma en el bellísimo cartel que la ilustradora Ainhoa Motilva ha confeccionado ex profeso, con un perro-astronauta que mira al cielo estrellado.

Una suma de factores que convierte al concierto en un acontecimiento. "Podemos calcular el dibujo de nuestras vidas a través de los conciertos que hemos dado en Zaragoza: si nos ponemos a pensar en las distintas veces que hemos actuado aquí, nos encontramos con distintas fases de nuestras vidas, así que este concierto es tanto una forma de recordar como de mirar hacia adelante", reflexiona Puente, recientemente ganador del XXXII premio Santa Isabel de poesía con ‘La mejor aplicación para senderistas’.

El viaje que emprendieron en 2002 con el nacimiento de la banda y que dio como primer fruto la entrañable ópera prima ‘Nieves y rescates’, se ha proyectado y expandido durante dos décadas. 21 años y ocho álbumes después, Tachenko mantiene incorruptible su esencia con un sonido 100% reconocible, que habita en las estancias más soleadas del pop independiente nacional. Un pequeño gran milagro que se explica, principalmente, en ese binomio Puente-Vinadé, que ahora está acompañado por Alfonso Luna (batería), David García ‘Libi’ (bajo) y Pit (teclados).

"La clave es que la relación que tenemos Sergio y yo es familiar, va más allá de la amistad... Entonces, cuando hay problemas que solucionar, se encaran desde ese enfoque... Lo mismo pasa con Libi. Alfonso, aunque vive en Valencia, lleva muchísimos años con nosotros, y está siendo muy generoso, porque viene a grabar y a tocar siempre que es necesario, pese a que es el único que se dedica exclusivamente a la música. Y Pit, el último en llegar, es sencillamente un genio", relata Puente.

El repertorio que abordarán en la Oasis no contendrá versiones ni invitados especiales. El legado musical de Tachenko ha alcanzado dimensiones tan oceánicas gracias a su longevidad y persistencia que permite, además de interpretar las nuevas creaciones, revisitar los considerados ‘clásicos’ imprescindibles de la banda.

"Va a ser una bonita fiesta. Las salas de conciertos han sido siempre nuestro ‘hábitat’ natural, nuestro hogar. Hay que apoyarlas siempre, pero mucho más tras lo acontecido en los últimos años con la pandemia", concluye Vinadé.