música

La octava maravilla de Tachenko

La banda zaragozana edita ‘Las discotecas de la tarde’, una colección de diez canciones en las que plasma su pop atemporal y de sencilla belleza.

Sebas Puente, Alfonso Luna, Diego Luis ‘Pit’, David Garcia ‘Libi’ y Sergio Vinadé son Tachenko.
Sebas Puente, Alfonso Luna, Diego Luis ‘Pit’, David Garcia ‘Libi’ y Sergio Vinadé son Tachenko.
Gustaff Choos

Camino de celebrar en 2022 su vigésimo aniversario, la banda zaragozana Tachenko reivindica y demuestra su vitalidad musical con el lanzamiento de su octavo disco de estudio, ‘Las discotecas de la tarde’. Editado por el sello madrileño Limbo Starr, el álbum reafirma la maestría de la formación comandada por Sebas Puente y Sergio Vinadé en el aparentemente sencillo pero en realidad complejo arte del pop.

Una colección de diez canciones que ve la luz tras 20 meses de convulsión planetaria, de confinamientos y restricciones que, en el caso de Tachenko, solo le ha permitido ofrecer dos conciertos en este tiempo. "Hemos echado de menos salir a tocar por ahí, pero para nosotros no ha sido nada traumático. Las circunstancias generales derivadas de la pandemia han sido muy complicadas y nos hemos dedicado a otros asuntos, entre ellos grabar el disco", explica Vinadé.

De hecho, aprovecharon la situación para cincelar con mimo cada uno de los temas en el estudio El Cariño que regenta Edu Baos en Mozota. "Creo que el único efecto que ha tenido ha sido el de relajar todavía más el proceso. El hecho de no saber cuándo iba a salir el disco hizo que manejásemos los plazos sin presión Y haber estado en casa trabajando las canciones y haber tenido más tiempo para dedicarse a ello ha sido también positivo con respecto al resultado final", apunta Puente.

El segundo ‘single’ extraído del disco el pasado octubre, ‘Oso de plata’, es una gema cuya letra cita a la sala zaragozana La Lata de Bombillas ("Ganaré el Oso de plata para poder regresar / y lo perderé en la Lata, como todo lo demás"), un guiño a las salas que han sido la forja de tantas bandas y que tantas penurias están atravesando. "Hay muy poca gente consciente de lo que significan las salas de conciertos en el ecosistema de la industria musical. El hecho de que no sean generadoras de grandes beneficios hace que sean las grandes olvidadas de la pandemia. Vamos a tener un grave problema con esto. Las salas han cerrado o cerrarán y no habrá donde tocar", advierte Vinadé.

La profundidad y la brillantez de las letras, a cargo de Sebas Puente, suponen uno de los activos más poderosos de Tachenko, un feliz hecho diferencial. Historias o reflexiones crípticas para el oyente externo, de amor y de desamor, de madurez y de celebración, que traspasan la frontera íntima de su autor para instalarse en el imaginario ajeno. "Las letras de este disco van siendo menos crípticas, aunque siga buscando la originalidad… Creo que su mayor mérito es que, al igual que la música, tienen un sello propio. Es difícil encontrar esa voz: una vez que la encuentras, es un honor que la gente la haga suya, que esa voz les acompañe, sea cual sea la interpretación que cada cual haga. Para mí, la poesía –la literatura– tiene la misma potencia. Pero ambos campos me llenan por igual, no sabría con cuál quedarme (y tampoco es necesario elegir)", asevera Puente, quien este mismo año ha publicado el poemario ‘Tren de vida’.

Si sugerente es la profundidad lírica, los ropajes sonoros van en sintonía. En cada uno de los cortes se esconden caricias en forma de arreglos, como los vientos de ‘El norte’, otro monumento. Y cabe resaltar con especial énfasis la aportación de Diego Luis ‘Pit’ a los teclados, cuya presencia ennoblece muchas canciones. "Es lo mejor de grabar un disco, divertirte con los arreglos. En ese caso son totalmente creación de Edu Baos, que ha hecho un grandísimo trabajo. Además, el hecho de que Pit, nuestro actual teclista, sepa tocar muy bien el piano nos da mucha libertad, y lo hemos aprovechado", concluye Vinadé.

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