El cantautor cubano Pablo Milanés, fallecido este martes a las 79 años, a consecuencia de un cáncer, tras permanecer ingresado en Madrid durante más de una semana. La enfermedad del músico cubano le había obligado a suspender varios conciertos en los últimos meses. El músico fue hospitalizado el 12 de noviembre  por "los efectos de una serie de infecciones recurrentes que en los últimos tres meses han venido afectando a su estado de salud", según un comunicado de entonces de su oficina artística.

El autor de clásicos como ‘Yolanda’, con más de 40 discos publicados a lo largo de su carrera, visitó con frecuencia los escenarios aragoneses durante los últimos 45 años, desde 1977 hasta este mismo año. Su último concierto en Aragón fue el pasado marzo, ya que su actuación prevista en el Monasterio de Veruela el pasado mes de agosto fue suspendida finalmente por “indisposición del artista”, según anunciaron entonces fuentes de la Diputación de Zaragoza.

Milanés, una de las voces más reconocidas de la música cubana, fundador y artífice del sonido de la Nueva Trova junto a otros reconocidos artistas como Silvio Rodríguez, Sara González y Noel Nicola, visitó la capital aragonesa en 1977 para ofrecer el 27 y el 28 de abril dos recitales en el colegio mayor Cardenal Xavierre junto a Silvio Rodríguez, organizados por el programa de radio ‘Alrededor del reloj’, que dirigía Plácido Serrano en Radio Popular.

Unos meses después volvió a anunciarse un concierto, el 5 de noviembre de ese año, de la Nueva Trova Cubana en la capital aragonesa. Esta vez sería en el polideportivo de la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja (Romareda) con Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Sara González, Amaury Pérez, Augusto Blanc, Manguare y el Grupo de Experimentación Sonora del Icaic.

En una entrevista de Carmen Puyó con algunos miembros de este movimiento, publicada en HERALDO tras su concierto, declaraban que utilizaban la música “como arma en la medida que representa a la lucha de nuestro pueblo” y preguntados por su opinión sobre los músicos españoles comentaron que conocían la música catalana y algunos cantantes castellanos y vascos. “De Aragón hemos escuchado a La Bullonera, que nos gusta mucho”.

Unos años después, en 1981, su concierto junto a Silvio Rodríguez en el Pabellón Francés de la Feria de Muestras se suspendió, tras la intervención de las fuerzas de orden público, porque el acto no contaba con el permiso gubernativo al «no reunir el local previsto las debidas condiciones de seguridad».

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El 10 de mayo de 1982, Pablo y Silvio, volvieron a la ciudad del Ebro para cantar en la Plaza de Toros ante unas 3.000 personas. Tres años más tarde, daría un recital en Huesca, en la Peña Los 30 (Parque del Deporte)

En 1995, otro esperado concierto de Milanés que no pudo ser, fue el que tenía previsto dar junto a Víctor Manuel en la Fiestas del Pilar de aquel año. El cantautor cubano sufrió un infarto de miocardio que obligó a suspender la actuación. Tres años después volvería a la capital aragonesa para llenar la sala Mozart del Auditorio con un nuevo recital. A ese mismo escenario acudió en octubre de 2000, y entre los espectadores estaban Juan Alberto Belloch y Mari Cruz Soriano, que acudieron juntos al concierto. De esta manera hicieron oficial una relación que en esos momentos ya había dado por confirmada la prensa rosa.

Milanes regresó a la Mozart durante las Fiestas del Pilar de 2003; en 2004 actuó junto a Mikel Urdangarin en la Azucarera de Monzón, en el Festival Luna Lunera de Sos del Rey Católico y en la sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza, donde también ofreció un nuevo recital en 2006. Dos años después su música y su voz sonaron en directo en el Teatro Marín de Teruel, de la mano de la Fundación Amantes, y en 2009 formó parte del cartel de Pirineos Sur. En 2019 ofreció un recital en la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza, y entre sus últimos conciertos en tierras aragonesas figuran el del Auditorio Carlos Saura de Huesca, el pasado año, donde arrancó la gira ‘Días de luz’, que pasó por la capital aragonesa el pasado 5 de marzo.

En la entrevista publicada por J. F. Eixarch en HERALDO, con motivo de aquel concierto, el artista cubano, preguntado por la clave para que la llama de la pasión por la música le siguiera empujando a seguir recorriendo el mundo contestaba: “No creo en secretos, en mi caso es una vocación apasionada desde muy pequeñito. Toda mi vida ha estado dedicada y lo está a la música. Desde los 5 y 6 años, en los que me presentaba a concursos en la radio hasta hoy en día, mi único cometido ha sido la música”.