La Fonoteca de la Jota ofrece más de 300 grabaciones históricas para oírlas en internet

El fondo inicial, donado por César Rodríguez Xaixo, ya se ha catalogado y se avanza en su digitalización

Rosario Fraile, directora de la Biblioteca de Aragón, con un disco para gramófono de la casa Pathé.
Rosario Fraile, directora de la Biblioteca de Aragón, con un disco para gramófono de la casa Pathé.
Guillermo Mestre

¿Cómo cantaba Cecilio Navarro el ‘Juicio oral’? ¿Y las hermanas Perié las rondaderas de Nuez de Ebro? Historiadores, folcloristas y aficionados a la jota aragonesa, cantadores o no, tienen ya a su alcance, desde su propia casa, la respuesta a estas preguntas. La Biblioteca de Aragón ha completado ya la digitalización y puesta en red (a través de la correspondiente ventana en su página web) del material más delicado de los fondos de la Fonoteca de la Jota. Se logra así difundir su contenido sin que pueda sufrir daños.

"La Fonoteca nace de la donación que hizo César Rodríguez Xaixo, coleccionista que a lo largo de toda su vida ha estado rastreando documentos relacionados con la jota –relata Rosario Fraile, directora de la Biblioteca de Aragón–. Son en total 2.500 documentos, de una tipología variada, porque hay desde folletos a carteles, pasando por libros, música impresa o grabaciones sonoras, estas úlimas en cuatro soportes: vinilo, cilindros de fonógrafo, casetes y discos de gramófono. De estos últimos, los popularmente llamados ‘discos de pizarra’, hay alrededor de 900".

La Fonoteca de la Jota se ubica en la segunda planta de la Biblioteca de Aragón. Los materiales se conservan en condiciones adecuadas y ofrece una sala en la que se pueden consultar los documentos impresos o sonoros. Los materiales en estado de conservación más delicado se han digitalizado primero para que no vayan a sufrir nuevos daños.

La colección incluye en torno a 900 discos de 78 rpm (no todos ellos de jota de estilo, también orquestal y de zarzuela), 138 partituras, 13 cilindros de fonógrafo, 196 ‘singles’, 178 elepés, más de 400 casetes, 150 libros y cancioneros, 23 programas y carteles, 70 catalógos y suplementos discográficos, 188 revistas y publicaciones y 232 obras literarias. Es, seguramente, la mejor colección en su género.

Catálogos y cancioneros también se han digitalizado
Catálogos y cancioneros también se han digitalizado
Guillermo Mestre

Estos últimos son los materiales más codiciados por especialistas y cantadores porque permiten apreciar cómo interpretaban la jota las principales figuras de la primera mitad del siglo XX, desde José Oto a Inocencia Sebastián, pasando por Felipe Colmán, Juanito Pardo, Pascuala Perié, Pilar Gascón o Jacinta Bartolomé. Estos discos fueron objetos caros en su día, por lo que no se fabricaron muchas unidades de cada uno de ellos. El estar estampados en una pasta o goma laca extremadamente frágil hizo que muchos de ellos, además, se rompieran o deterioraran con el uso. Hasta que se creó la Fonoteca de la Jota, saber cómo interpretaba una figura histórica un estilo concreto pasaba por conocer a uno de los escasos coleccionistas que tuviera el disco y lo dejara escuchar. Se han hecho muy pocas reediciones en formatos modernos. Con la fonoteca, todo estará a disposición de los usuarios.

"Se hizo un catálogo de los fondos, que están a disposición de quien quiera consultarlos –subraya Rosario Fraile–. Hay una salvedad, las grabaciones que requieren de un aparato para ser escuchadas. En esta primera campaña de digitalización hemos optado, lógicamente, por dar prioridad al material en estado de conservación más delicado para que no sufra nuevos daños con su consulta. Eso incluye 100 impresos, los materiales más efímeros, como pliegos de cordel o pequeñas hojas sueltas, y 314 documentos sonoros. En los discos de pizarra se tuvo en cuenta también que en la primera digitalización estuvieran representados el mayor número de cantadores".

Desde la página web de la Fonoteca se accede también a los fondos relacionados con la jota que ha digitalizado por su parte la Biblioteca Nacional.

Los cilindros de fonógrafo, el material más antiguo y delicado.
Los cilindros de fonógrafo, el material más antiguo y delicado.
Guillermo Mestre

La fonoteca llegó además a un acuerdo con la SGAE porque la propiedad intelectual y los derechos de autor de algunas grabaciones no están claros, y en muchos casos se sabe fehacientemente que no han pasado a ser de dominio público. Eso explica por qué en la web los discos digitalizados se pueden escuchar 'online' pero no descargar en el ordenador del usuario.

"La mayoría de las grabaciones son jotas de estilo, pero también hay jotas de zarzuela, pasodobles jota o vals... La colección es muy amplia y variada", añade Rosario Fraile. En la mayoría de los casos se ha optado por digitalizar el documento sonoro tal cual, y en contadas ocasiones se ha restaurado el sonido.

"Cuando se restaura un libro antiguo se estabiliza el soporte, el papel, pero no se reponen las páginas o los textos que faltan. Hemos seguido el mismo criterio aquí", explica. En el Instituto Bibliográfico Aragonés ya se conservaban documentos sonoros antes de la llegada de los fondos de Rodríguez Xaixo, pero ahora se han multiplicado.

También están disponibles en la web los catálogos de las discográficas, publicaciones clave para datar cada una de las grabaciones, y material indispensable para los investigadores que quieran estudiar las primeras grabaciones en España. La historia de la jota aragonesa grabada aún está por escribir.

Ahora queda completar la tarea con el resto de los fondos: "Esperamos continuar con el proyecto el año que viene, porque este tipo de documentos deben estar digitalizados –apunta Rosario Fraile–. Pero hay que destacar que la tarea es compleja cuando hablamos de grabaciones porque hay que llevar las piezas a un estudio especializado".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión