NARRATIVA. ARTES & LETRAS

Sergio del Molino estudia al personaje González

El escritor, tras dos años de trabajo y tres citas con el expresidente socialista de Gobierno, reconstruye su tarea, su personaje y el régimen del 78

Zaragoza, 1986. Carmen Romero, Santiago Marraco, Felipe González y Antonio González Triviño, en vísperas de las elecciones.
Zaragoza, 1986. Carmen Romero, Santiago Marraco, Felipe González y Antonio González Triviño, en vísperas de las elecciones.
Archivo Heraldo.

Desde la publicación de ‘La hora violeta’, hace casi una década, Sergio del Molino ha innovado el género novelesco a través de una combinación única de autobiografía, relato histórico y ensayo. De todas sus obras posteriores, es quizá ‘Un tal González’ la que más difumina los límites entre lo real y lo imaginado, pues, tal como afirma el autor: "La memoria es frágil y está hecha de ficciones tanto o más que la literatura".

Abundando en lo anterior, afirma que no ha pretendido escribir un libro de historia, ni una biografía de Felipe González, ni una crónica periodística, ni un ensayo político. Su propósito es «novelar una parte de la historia de España a través del presidente que asentó la democracia». Quien lo hace es un hijo de esta, "un escritor nacido en 1979 que observa a la generación de sus padres".

Del Molino pone así en juego su doble papel: el de autor de una novela basada en hechos reales y el de narrador omnisciente de la misma que, como tal, tiene todo el derecho a ficcionar la realidad al estilo galdosiano. Del modo más libérrimo, como si de un episodio nacional se tratara, incluye diálogos de su invención, que pudieron existir, entre los personajes de la obra.

Sergio del Molino presentó su novela con la librera Julia Millán y el presidente de Aragón Javier Lambán.
Sergio del Molino presentó su novela con la librera Julia Millán y el presidente de Aragón Javier Lambán.
Guillermo Mestre.

El narrador omnisciente arranca su relato el 14 de julio de 1969 a las 7 de la tarde, cuando llegan a Bayona en Francia un tal Rafael Escuredo y un tal Felipe González. Son dos veinteañeros, abogados laboralistas de Sevilla, que han recorrido sin desmayo la piel de toro para llegar hasta allí en el Renault 8 de un amigo literato llamado Alfonso Guerra. Su objetivo es asistir al comité nacional del PSOE, que se celebra en el hotel Larreta convocado por su apolillado secretario general: el septuagenario exiliado Rodolfo Llopis.

En ese instante –afirma el narrador omnisciente– "Una luz meridional se abre sobre las nubes vascas de Bayona y ciega el comedor del Larreta con una verdad bíblica". Ante los ojos perplejos de la delegación vasca, formada por Nicolás Redondo, Ramón Rubial y Enrique Múgica; el tal González, "moreno de pelo yeyé, que sonreía con todos los dientes desparejos y discurseaba con soltura de tribuno" afirmó que "ellos eran el PSOE en Andalucía y no había más que hablar".

Este arranque satírico concluirá veintiocho años después, el 20 de junio de 1997, cuando un Felipe cincuentón, agotado del ejercicio del poder, renuncie a la secretaría general tras la derrota electoral de 1996. Durante las casi tres décadas asistimos a un relato entre la comedia y el drama, pues como afirma el novelista: "El poder en España no se expresa con la épica de Shakespeare, sino con la miseria pícara de Galdós".

El tal González, "moreno de pelo yeyé, que sonreía con todos los dientes desparejos y discurseaba con soltura de tribuno", afirmó que "ellos eran el PSOE en Andalucía y no había más que hablar".

Frente al narrador omnisciente se encuentra el autor, que interviene en el prólogo y en cuatro breves capítulos que jalonan el libro, datados entre 2018 y 2022. En ellos, Sergio del Molino se pregunta quién es realmente Felipe González. No el personaje público, de sobras conocido, sino la persona que él admira como adalid de la educación y la sanidad públicas en España, de la entrada en la Unión Europea o de la consolidación de la democracia. Frente a los aciertos, que considera muy superiores, reconoce también errores dramáticos como la corrupción política o el caso GAL.

Acierta el autor al analizar más pequeñas anécdotas que grandes hechos para adentrarse en la psicología de su personaje. El retrato que traza es el de un hombre cuyo carisma, energía y seducción contrastan con el deseo reiterado de abandonar la política, los dilemas éticos o la incapacidad de mostrar sentimientos. Al cerrar el libro, Felipe González sigue siendo un enigma para el lector, lo cual resulta apasionante y novelesco. Como le dijo el expresidente a Del Molino, cuando este lo entrevistó para escribir ‘Un tal González’, quienes no le conocen "pueden estudiar al personaje sabiendo que no saben nada".

NARRATIVA ESPAÑOLA

'Un tal González'. Sergio del Molino. Alfaguara. Madrid, 2022. 373 páginas.

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